Este chico...

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—¡Eh, tu! ¡pasala!— le dije gritando a un chico de mi clase que tenia todo el rato la pelota. El chico se volteó i me miró.— ¡No la pasas a nadie!

El chico me la tiró con una mirada de frustación y se dio la vuelta, caminando hacía los vestidores.

—Buh, por fin—dije con un suspiro

Haber, os explico. Estaba en la clase de educacion fisica. Practicando basquet con el professor "Huevon". Si, así es como lo llamamos Amy y yo porque tiene la cabeza de huevo,  hehehe. 

Me gustaba hacer deporte, era bastante buena, y Amy tambien. Al menos más buenas que la rubias aquellas de bote que gritaban solo cuando tenian una pelota en la mano... pero yo no les iba a decir nada ni a meterme con ellas....vamos, ni loca. Soy demasiada timida y vergonzoza. 

Corrí hacía la canasta botando el balón y la tiré. Antes de caer a la charcha chocó con otra pelota y caío al suelo. Frustrada intente visualizar al dueño que la lanzó. ¡La iba a canestar y él me la paró!¡Joder! ¿Por que la tiró en aquel momento?

Vale, sí. A lo mejor estaba exagerando, pero es que me hacía ilusion canestarla y la tirada me salió muy buena...

Volví la mirada al individuo que la tiró y le hice una mirada asesina, con eso bastaba. 

Oh-oh. Me fijé bien en el personaje al cual le estaba haciendo mi mirada fulminante: David Hast, un chico popular, arrogante y de vez en cuando, machista. Pero también tenia sus encantos, pelo castaño, ojos verdes y un buen cuerpo.

Intimidada porque él me estaba haciendo un mirada tipo "¿Por que me miras así si yo no he hecho nada, has sido tu quien no iba a canestar?", quité los ojos de encima de él y me dispuse a volver a tirar en la canasta. Os lo dije, ese tipo es arrogante.

Boté, salté y lancé. ¡Yupiii, se va directo a dentro! 

Espera, un momento. Miré hacía arriba. Otro balón chocó otra vez, golpeando la mía. Gruñí por lo bajo y volví a mirar el individuo que lo provocó. ¿Y quien era? Él. Otra vez. 

Dejé escapar un suspiro de frustración y me dirije a él.

—¿Que te pasa? ¿Puedes parar, por favor?—le dije con toda mi paciencia del mundo y mi educación.

Él me miró fijamente con cara burlona

—Oh! ¿Te molesta? ¿Te vas a enojar conmigo? —dijo riendose como un idiota.—

Harta de aquel juego que no se como comenzó y que ahora acabaré, cogí mi balón y me giré dejando a David atràs. Ja ja ¿ahora quién se rie, eh?  Se va a quedar allí solito con la cara de plato. Menudo perdedor.

Pero...me parece que canté victoria demasiado rápido porque giré la cabeza a la derecha y una pelota venia disparada y demasiada rápida hacía mi. Ya era demasido tarde como para esquibarla ya que estaba a tan solo un metro de mi. 

Sentí el fuerte golpe resonando en mi cabeza con un dolor temible. 

¿Por que siempre que hacía una salida deslumbrante hacía el ridiculo?

El "Huevon" me obligó a estar sentada en la banqueta hasta que se acabara la hora. Pfff, vaya mierda, yo queria segui jugando a basquet...

—Menuda salida, ¿eh?—lo miré—Haber con que caes la proxima vez—se rio de mi David.

Iba a decirle algo pero las palabras no salieron y David se marchó.

¿Como podia gustarme un chico como él? 

TimidamenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora