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Capítulo largo

Sebastian entra y mira toda la habitacion. Yo se que esta mas ordenada que cualquier habitacion de otra adolescente en el mundo, pero asi soy. Tal vez esta buscando donde sentarse o que lo invite a sentarse o que le ofrezca algo de tomar. ¿Como se que hacer? A ver solo hay dos sillas en las que sentarse, la que esta en mi escritorio y otra que esta en una mesita redonda donde normalmente como cuando no voy al comedor.
-Esta todo muy lindo.- comenta voltiendo la cara a mi. Que lindos ojos tiene. ¡Con esos ojos miro mi short!
-Si, gracias.- digo, automáticamente. ¡Bruta! Lo mas seguro sone super cortante.- ¿Viniste a hablar?- ¡Bruta al cuadrado! ¿A que mas podria venir? A tener sexo, tal vez.
-Si, estoy aburrido alla y pues quisiera hablar con alguien que conozca mucho de aca. Del instituto.
-Pues preguntame.
-¿Puedo sentarme?- pregunta mirando la cama.
-Claro.- respondo caminando a la silla y colocandola para que se siente. Yo me siento en la cama.
Se sienta y pone los brazos en los muslos. Que lindo es.
-¿Llevas mucho aqui?
-Desde que tengo 6.
-Wow, es mucho tiempo.
-Si... ¿Y tu? ¿Porque entraste a un internado?
-Pues, mis papas creen que soy gay.
¡LO SABIA! Agh, ¿porque no puedo conocer a un chico normal?
-ah.
-Pero soy bi.
-¿Que?- pregunto sorprendida.
-Que me gustan ambos.
-Ah.- ¿Es eso mejor? ¿ahora todos son mi competencia?- ¿Tienes alguna pregunta mas?
-No, la verdad solo queria decirte que me gusta como te ves en pijama.
Y ese comentario es como un puño en el estomago ¿De verdad dijo eso? ¡Que estupido! ¡Que pena! Oh no debo estar rojisima.
-¡Broma! Solo queria hablar con alguien. ¿Como te llamas?
Por Dios, mas estupido aun ¿Entonces no le gusta mi pijama?
-Gabriela.
-Ah, Gabriela ¿Me das un poco de agua?- pregunta.
-Claro.- digo levantandome y caminando hacia mi neverita. Saco una botella de agua y un vasito de plástico y sirvo agua en el. Sin darme cuenta Sebastian m no habia seguido hasta ahi y cuando volteo tropiezo con el y le derramo el agua fria en la camisa.
-¡Esta helada!- grita, y se quita la camisa, lastimosamente no se habia alejado lo suficiente y me tropezo de nuevo, ahora regandome el agua a mi en la falda. ¡De verdad que esta helada!
¿Porque rayos se quito la camisa?
-Oh disculpa.- dice cuando se da cuenta del reguero.
No puedo dejar de mirar su abdomen ¡Jamas había tenido tan cerca el torso desnudo de un chico!
Alzo la vista y esta el mirandome a los ojos con una sonrisa extraña en la cara. ¡Ya no estoy roja! Estoy morada.
-Me... me voy a... a poner algo.- digo abriendome paso hasta el vestidor. Entro y me bajo la falda. ¿Que me pongo?

No me dejes caerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora