UN AMOR MAS ALLA DE LA MUERTE

SOLO EXISTE UN CAMINO HACIA SU CORAZON...  QUE EL MIO DEJE DE LATIR.

Esta es la historia de un chica cuya vida cambiaria por un amor y de una manera que ella nunca imagino fuera posible…

Mi historia…

Mi nombre… Gabriela

Edad…La suficiente para amar y sufrir…

17 grandiosas primaveras diría mi madre, aunque para mí no tenía nada de grandioso ya que tenía que seguir aguantando las reglas que me imponían mis padres por ser aun menor de edad, ya saben, ese estúpido comentario que siempre nos restriegan en la cara y que por cierto es el favorito de mi padre y le encanta recordármelo cada que se le presenta la oportunidad.

-Pues mientras no cumplas la mayoría  de edad seguirás viviendo en esta casa bajo mis normas y te aguantas.

Y obviamente gracias a esas tontas reglas, mi vida era un infierno y lo peor apenas empezaba.

Mi padre por lo general, como cualquier jefe de familia, se ausentaba de casa todo el día y llegaba demasiado tarde por la noche así que afortunadamente no lo veía mucho, pero aun así se las arreglaba para complicarme la existencia, la relación con el no a sido muy buena que digamos, sus padres; mis abuelos, fueron muy estrictos con él, así que por lo consiguiente él es igual conmigo, lo peor del caso es que creo que el lo es aun mas, que porque soy mujer y lo único que hace es cuidarme, ¡ja! Cuidarme no es la palabra correcta, más  bien es como si viviera en una cárcel, es más, mucho peor que si estuviera en la cárcel  porque mínimo a ellos los dejan salir a tomar un poco de aire y tener visitas y yo de plano ni a la esquina si no le aviso antes y visitas… si como no, decía que solo andaban de metiches mis amigas haciéndome perder el tiempo, aunque bueno, eso en ocasiones me beneficiaba como cuando cansado de mis escapadas con mis amigas y de escudarme con el pretexto de que como le pido permiso si nunca lo veo, me compro un cel padrísimo, ya saben esos de última generación con un montón de aplicaciones que de plano hay unas que aun no se para que son, jejeje,

¡Ah! Y eso de que no tengo saldo para hablarte o se me acabo la pila, no funciona con el, todos los días tengo q dejar mi teléfono en la mesa de la sala para que el revise que la batería este llena y que tenga el saldo suficiente para realizar llamadas y claro que por supuesto que yo me aprovecho de eso, así hablo todos los días con mi amorcito y que se friegue mi papá pagando.

La situación era llevadera, siempre dándoles por su lado sobre todo a mi padre, mamá era más relax pero de repente le salía lo gruñona así que con tal de salirme con la mía, para que no me estuvieran molestando hacia como que era la hija obediente y bien portada que ellos creían, pero las cosas cambiaron y mi vida dio un giro de 360º, y si… al principio fue una pesadilla.

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