CAPITULO 3.- PESADILLA.

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-¡¡Corre Gaby!! Rapido, no te detengas, ya vienen.

¿Quien viene? ¿Qué pasa? Abri los ojos, esa voz, mire a mi alrededor, no había nadie, estaba sola en… ¿Qué? ¿Donde estoy?

Hace frio, es de noche, estoy tirada en... ¡¡Pero si yo estaba en mi cama!! Una corriente helada acaricia mis brazos, siento miedo.

-¡¡Levántate, tienes que escapar!! Son muchos, no podre detenerlos.

La piel se me eriza, alguien me toca, siento sus manos alrededor de mi muñeca, no lo veo, ¡¡Dios mio ayúdame!!

-¡¡Tu dios no te va a ayudar!! ¡MALDITA SEA! Reacciona, ¿Es que todo lo tengo que hacer yo?

Me jalan con fuerza hasta ponerme de píe, me estoy congelando, se escuchan ruidos, murmullos, pasos cada vez mas cerca, volteo a mi alrededor, sigo sin ver nada, ¿Qué es esto? ¿Una broma?

-¿Broma? –esa voz, ¿De donde, quien?

-Deja de buscar respuestas, tienes que correr, ¿Te preguntas que es esto? Esto será tu muerte si no huyes, ¡¡maldicion!!

Me tapo los oídos, esto no es verdad, ya no quiero oír su voz, cierro mis ojos, mi cuerpo me traiciona caigo de rodillas, siento que voy a desfallecer.

-No es momento para esto Gabriela –Siento sus manos en mis hombros, me toca mi cara, lo busco con la mirada, ¡¡No hay nada, no hay nadie!! Me estoy volviendo loca.

-No, no estas loca, solo estas a punto de morir. –Ya no puedo más.

-¡¡CALLATE!! –Empiezo a dar manotazos al aire, pataleo. –¡¡Déjame!! ¿Qué quieres de mí, quien eres, que eres?

-Ya están cerca, vamos… -Me toma por la cintura, de pronto me muevo a gran velocidad, quiero vomitar. –Conten la respiración o te desmayaras –Arboles, ramas, troncos, todo pasa volando ante mis ojos… ¿Sombras?-Cierra los ojos, ya casi llegamos.

Por primera vez le hago caso sin titubear, siento su cuerpo, tiemblo, no se si de miedo o de frio, se escuchan pisadas, gruñidos muy cerca, quiero abrir los ojos, necesito ver que pasa, ver que se acerca.

-Aun no –Me dice la voz, me esta faltando el aire. –Espera, solo unos segundos más.

El viento cesa, nos detenemos, me libera de sus brazos, las piernas no me sostienen, caigo otra vez al suelo.

-Por favor Gaby, por favor no otra vez, ayúdame, reacciona. –No puedo detener los temblores de mi cuerpo, estoy dolorida, no quiero moverme. –Gaby tienes que hacerlo, levántate, tienes que entrar, solo ahí estarás a salvo. -¿Cómo puede saber lo que pienso?¿¿Cómo??

-Porque puedo leer tu mente. -¿¿Qué??Abro mis ojos sorprendida ante tal respuesta, quiero correr, necesito correr, me levanto con torpeza, tengo que alejarme de eso, por fin me pongo de pie, intento correr pero algo me detiene. –Espera, por ahí no, alla están ellos.

-¿Ellos?-Miro hacia donde quería correr, nada solo obscuridad, de pronto el suelo empieza a temblar, a vibrar como si se acercaran mil caballos a galope.

-No son caballos. -Un olor pútrido me envuelve, ¡maldito frio!, me hiela la sangre, no siento mi cuerpo, huele a… ¡Muerte!, gruñidos, fijo la vista al lugar de donde se escuchan, solo la negra noche que se mueve hacia nosotros, espera… se mueve… ¿Cómo es posible eso? –Te dije que no son caballos. –Los gruñidos están más y mas cerca, voy a morir, voy a morir.

UN AMOR MAS ALLA DE LA MUERTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora