Estabas en la escuela, en un día de clases común y corriente.
Tú te habías sentado adelante -puesto que ese era tu lugar- pero Nozomi te había echado de allí, ya que quería estar junto a "su querido novio".
No tienes ni voz, ni voto, así que solo la obedeciste, no querías problemas.
Te quedaste mirando a Hana, una compañera de clase bastante extrovertida y que aparenta tener muchos amigos.
La admirabas por ello.
Sin previo aviso, el profesor entró al aula dando un anuncio: ¡se irían de campamento en un mes! Y necesitaba a un alumno que lo ayudase a guiar a sus compañeros.
Segundos después dijo: "tirare la la lapicera en la lista y la persona del nombre sobre el que caiga, me ayudará".
Rezabas porque no te llamara a ti, ¡harías un mal trabajo, no eres nadie en ese curso!
Milagrosamente el profesor llamó a "Rin", un compañero de clase.
Suspiraste aliviad@, pero enseguida se te paró el corazón al escuchar tu nombre.
¡¿Cómo puede ser posible?! ¡Había llamado a Rin!
Se lo dijiste al profesor, tartamudeando por los nervios.
Él solo te dijo que ese alumno se encontraba enfermo y que no había asistido ese día.
"Maldita sea..." Pensaste antes de volver a sentarte.
¿Qué harías ahora? ¿Cómo te harías cargo? No podías renunciar, el profesor no lo aceptaría.
El día continuó, y con él, la jornada escolar, en la que no ocurrió nada más interesante.
En cuanto saliste de aquel lugar, te dirigiste a tu casa, no era muy lejos y para llegar, debías pasar por un bonito parque.
En el camino, algo te distrajo, viste unas cartas tiradas en el suelo, justo enfrente tuya.
Una tenía dibujada un gato, la otra un perro y la última, un conejo.
Te parecieron totalmente adorables.
¿Te las llevarás a casa?
[Nombre/Edad/Género/Sexulidad]