La prisión corpórea

Aquí sola me encuentro, en un mundo que desconozco,
Con personas que me miran con miradas extrañas.

Me hundo cada vez en la soledad, en la incertidumbre,
Me pesan los sentimientos malsanos.

Quiero gritar, correr, escapar, desaparecer...
Quiero y no puedo!!

Me observan cada vez más y algunos se acercan tengo miedo y ellos lo presienten.

Me hablan sin poder Yo entenderlos,
Ellos se alejan, me siento segura.

Repentinamente, un sentimiento me hiela la piel,
Como si una presencia fantasmal me rodeara.

Será?. No, no puede ser, me hundo en mis pensamientos,
Todo me parece raro, trato de razonar y no puedo.

Las ideas, las preguntas y las respuestas vienen y van,
Una y otra vez se cruzan, me mortifican y me aniquilan por dentro
Estoy deshecha!!.

Vuelven a acercarse los rostros extraños y curiosos,
Vuelven nuevamente a hablarme sin Yo poder entenderlos.

Me escudo detrás del desentendimiento, ellos se alejan,
Sé que me odiarán, lo sé, estoy segura.

Azrael!! Llévame, ven, lleva a este ser fúnebre,
Lo invoco sin recibir respuesta alguna

Por ello empiezo a huir, me voy sin saber dónde,
Cada vez me alejo más y más a la ve que me adentro en las penumbras.

Me detengo frente al peñasco de mi vida,
Vida? Yo la llamaría infierno.

Aquellos sentimientos malsano e impuros se acresentan,
Se apoderan de mi cuerpo con una fuerza descomunal.

El dolor, mi dolor empieza a fluir, a desbordarse,
Como el río cuando hay un fuerte temporal.

Mi alma quiere ser libre, libre de la prisión corpórea,
Nuevamente veo un mundo siniestro y una luctuosa respuesta llega a mi como una luz sombría.

Observo el abismo, veo una gran salida a mis problemas,
Vislumbro júbilo y paz.

De pronto giro la cabeza, divido una muchedumbre,
Me hablan, me gritan, tratan de acercarse, de impedir que mi alma sea libre.

Yo solamente volteo y me proyecto hacia el resplandor,
Ese fluido vital me recibe, me aloja y me transporta.

Aquí me encuentro acompañada de los míos,
Aquellos hermanos quienes fueron y serán como Yo.

Aquel día no lo olvidaré, créanme cuando les digo esto,
Mientras caía, vi mi vida desde otro punto.

Ahora tal vez me encuentre exangüe,
Pero sé que estoy palpitante en aquellos seres que me aman.

Lloran, se hallan confundidos, atónitos, impotentes y no me odian!.

Será? Si, así es, ahora lo veo claro,
Sólo guíe víctima de un alma que sólo quería fugarse.

Ahora me conformo al saber que soy un querubin,
Un pequeño destello, que no fuí en vida.

Aquí, sentada puedo ver: Un pequeño nicho con una vela encendida y una anciana, que enlutada ora pidiendo redención por mi ser
Aquel ser melancólico y depresivo, quien fuera en vida.

Tal vez no he entendido esto, sino hasta ahora,
"Hay espíritus que enturbian sus aguas para hacerlas parecer profundas" Friedrich Nietzche.

En memoria de R.V.  07-06-07. Q.E.P.D