La sangre combinada con agua desbordaba por la bañera. Manchando todo. Mis nudillos ardían.
El cuerpo de Abby flotaba en la tina. Tenía los ojos abiertos. El rosa de sus labios y mejillas ya no estaba. Se fue al igual que su esencia de vida.
No sabía que sentir. Me sentía. . . eufórico. Mi respiración se agito, comencé a reír y a llorar. Mi ropa manchada de sus fluidos, aún la oigo gritar.
¡Bon, para por favor!
Golden me había pedido eso un millar de veces. La verdad es que la mayoría de la veces le pegaba sólo porque me enojaba de la nada. ¿Si no paré con él, realmente pensaste que lo haría contigo?
Escribí esto en clase de matemáticas ajua.