Mi Amante ✨ [YOONNIE]

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La alarma comenzó a sonar con ese maldito canto de gallos de granja, no era melodioso parecían dos aves apareándose en plena primavera, le había dicho millones de veces a Hoseok que lo cambiara, pero le encantaba joderme así que incluso le había subido el volumen.

No me tome la molestia de siquiera sentarme para apagarla solo le di un golpe a tientas con la mano para después escuchar como caía al suelo guardando silencio.

Suspire aliviada.

Espero que ya no sirva.

Me senté y mire el otro lado de la cama, vacío, como cada mañana. La empresa iba tan bien que el nunca pasaba tiempo en casa, Jung Hoseok era un increíble empresario en tecnología, creador de algunos diseños de la marca tan conocida como "LG" e incluso participo con "Apple".

Por mi parte mi fuerte se encontraba en la moda, había sido invitada 2 años seguidos al Fashion Week Seoul al dedicarme en la moda juvenil, aun lo hacia pero en este momento mi concentración había girado en torno a los vestidos de boda, incluso me involucraba en la política, Hoseok nunca opinaba en mi vida así que tampoco yo en la suya.

Salí de la ducha con una toalla al rededor de mi cuerpo y una mas pequeña en mi cabello, me di paso hasta el closet para abrirlo y escogí uno de los muchos trajes que tenia colgados en los percheros, pantalón negro y una blusa de escote V al frente a juego con el color mis Sylvie leather pump de Gucci, tome mi bolso Dionysus mini top en color rojo y baje a la sala dando inicio a mi día de trabajo.

La agencia se encontraba como de costumbre, tranquila sin demasiado ni tanto trabajo.

-—Chaenggie.— cante entrando a la sala de diseño, ChaeYoung me miro sonriendo.

— ¿Tu esposo te dio en la noche?. —Mi sonrisa se desvaneció un poco, no recordaba haber tenido relaciones en quizás meses.

-— No. — Admiti, No le iba a mentir, ChaeYoung era mi amiga desde hace años, específicamente 3 de primaria y la razón por la que estaba aquí era por que al graduarnos habíamos decidido trabajar juntas, Chae era la contadora personal de la agencia. — Necesito un amante.

La cara de Chae se distorsionó, si algo ella tenia claro es que la fidelidad en una relación era primordial ya que había nacido en una familia bastante conservadora así que cuando llegue a su vida fui la oveja negra que la descarrilaba, pero era el siglo veintiuno eso ya no existía y en realidad yo lo decía bromeando, aunque pensando lo bien...

— Sólo bromeo. — Me senté frente a la gran hoja de dibujo en blanco que posaba sobre el atril.

Algunas personas sabían que estaba casada pero no quien era ese hombre, lo mismo pasaba con Hoseok, incluso creo que de el nadie sabe nada, era un hombre determinado que incluso se podría decir que tenia dos caras, la que mostraba al mundo y que se mostraba así mismo.

— Eso espero.

— ¿Como esta tu hermano?. — Cambie de tema.

— ¿Jimin?- Asenti. —¡A no Jennie, Con mi hermano no!. — Reí sonoramente.

-— Tonta, sólo pregunto por el, sabes que lo quiero como a mi propio hermano, es tan dulce y adorable.

-—¿Me estas cambiando?.—- Gire en mi lugar mirando a Taehyung entrar.

-— Tae hermoso. — Extendí los brazos.

-— Que te abrace Jimin. — Me queje y su instinto de hermano hizo que regresara y me estrechara entre sus brazos. — Te tengo una noticia.

— Habla.

-— La hermana del comandante Min YoonGi se casara y quiere que le hagas un diseño único.

-— ¿Y si digo que no?

-— Perderás billetitos. — Con su mano hizo el clásico movimiento de raperos al decir "Money".

-— ¿Cual es el problema?. —- preguntó Chae sentándose cercas de nosotros.

-— Quiero estar lejos del estrés, si acepto es 100% seguro de que me vean con cara de panda . — Tae pico la punta de mi nariz.

-— Money.

-— Interesado.

-— Con ese dinero podrías irte a Nueva York. — Lo mire entrecerrando los ojos.

-— Eres un maldito.

-— Maldito genio, Jennie. — Suspire, desde el mes pasado me había enterado de la convención y Curso de diseño intensivo que habría en New York, pero me era imposible cubrir todos los gastos que se harían en esa semana y pedirle dinero a Hoseok era picarle a mi orgullo, así que esa idea era borrada de inmediato de mi lista al igual que pedir un préstamo debido a que las deudas no iban conmigo, no podía siquiera saber que había un adeudo a mi nombre por que entraba en pánico gracias. a que mi padre se la vivía en ellos.

-— Bien.

Acepte estresarme... Pero era por una buena causa.