Llegada

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- adonde los llevo?- pregunto el señor taxista en un italiano algo complicado de entender.

- al hotel Devilcraft, por favor.- contesto Alec en un italiano perfecto, el tenía raíces italianas y había pasado un par de años en Venecia cuando era muy pequeño.

- llegamos en 15 minutos.

Cuando aún seguíamos en casa mi padre nos ayudo a reservar 3 habitaciones para Michael, Alec y para mí en el hotel Devilcraft el cual queda según Alec cerca a la casa de su tío, ya que había dicho que era mejor quedarnos en nuestro propio hotel y no incomodar al tío de Alec.

Después de 15 minutos, llegamos al hotel, sinceramente me parecía un lugar hermoso aunque no fuera muy grande, cuando entramos el recepcionista nos entrego las llaves de las tres habitaciones.

Subimos a nuestras habitaciones cada uno y acordamos que nos encontraríamos en la recepción en 5 minutos para desayunar. Cuando entré en la mi habitación vi que era una habitación linda pero sencilla, una cama , una mesita de noche, y el cuarto de baño.

Con Alec y Michael quedamos en que después de haber llegado al hotel iríamos directamente a "visitar" al tío de Alec, lo que sea que pueda decirnos tendrá que hacerlo pronto, no nos quedaríamos mucho tiempo en Italia, solo 3 días, lo cual era una la lástima por qué en serio quería olvidarme por qué habíamos venido y quedarnos sólo por diversión.

Cuando baje a la recepción los chicos ya estaban allí hablando en voz baja, Alec parecía divertido y Michael más bien incómodo, cuando me acerqué a ellos los dos se callaron.

- de que hablaban?

- oh nada sólo de ti...- dijo Alec con su típica sonrisa burlona.

- y que decían de mi? - pregunte dudosa.

- ya sabes... Michael sólo decía que...

- que ya hiba siendo hora de que bajaras, el buffet lo cierran a las 11 de la mañana y ya sólo quedan 20 minutos para eso- interrumpió Michael, de forma un poco grosera, claro habíamos estado tan ocupados en planear todo que había olvidado que en realidad no nos llevábamos del todo bien.

-bueno, ya estoy aquí, que mal humor! - dije burlonamente, aún me encantaba molestarlo.

- sólo vamos- dijo -queda poco tiempo para que lo cierren a los huéspedes y tengo mucha hambre.

Cuando estábamos llendo hacía el buffet me detuve y le pregunte a Alec de que habían estado hablando.

- sin quieres saber pregúntaselo a Michael- contesto sin siquiera mirarme.

- por qué?

- sólo hazlo- dijo y se me adelanto, aunque me daba la espalda pude imaginar la sonrisa burlona que sabía que se le dibujaba en el rostro.

Chip ArmetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora