Narra Matías
Me levanté bastante contento a decir verdad. La cita de la semana pasada terminó siendo un encanto al final de la cena me dejo en mi casa con una sonrisa que no se me ha quitado, esa cena me alegro toda la semana. Hoy desperte muy alegre, no sabría decir el motivo de mi felicidad, bueno si sabría, además hoy tenía el presentimiento de que seria un día increíble. Me levanté de mi cama con mucha energía para empezar el día. Tome una ducha rápida, después de un rato viendo mi armario decidí ponerme un pantalón negro, con una camisa morada y unos tirantes negros. Me sentía bastante bien. Al ver la hora noté que no me daba tiempo para desayunar, así que sólo me tome un café.
...
Llegue bastante temprano a la oficina a decir verdad, era de los primeros en llegar. La Secretaría me dijo que Lucas ya había llegado, así que fui directo a su oficina no si antes prepararle su café, toque la puerta y entré.
-Buenos días jefe- dije poniéndole el café en la mesa.
-Ash que tienen de buenos- dijo en un tono fuerte y molesto. Me estremeci y sólo hice una mueca de miedo- Lo siento Matías, tú no debes pagar mi mal humor, lo siento- dijo después de notar mi expresión.
-¿Sucede algo Señor?- le pregunté bastante intrigado ya que quería ayudarlo.
-Mi madre- dijo y lo mire con extrañez- Mi madre sigue empeñada de que debo encontrara a una mujer, casarme y tener una familia formal. Las mujeres para algo serio no me interesan- dijo y pude entender bastantes cosas, el siempre había tenido una fama de mujeriego y nunca había tenido una mujer formal, o eso era lo que mostraban los medios.
-Entiendo su frustración y se algo que lo puede ayudar- dije moviéndose hacia atrás de él.
-¿ Y que es ese al....ahh?- no puedo terminar la frase porque se le salió un gemido apenas empecé con el masaje, eso causó un pequeño sonrojo en mí, por suerte no lo pudo notar.
Seguí con el masaje y la destreza de mis manos cada vez se notaba más. Él se fue relajando hasta el punto en que de vez en cuando se le salía algún gemido. Después de estar así como 10 minutos paré, el se veía relajado y renovado.
-Eso estuvo increible- dijo y no pude evitar sonrojarme- Esto se tiene que repetir- dijo y yo sólo asinti.
-Bueno jefe, tengo varias cosas por hacer así que me retiro- dije
-Eh sí... sí, adelante, nos vemos luego- dijo con una sonrisa, la primera del día se nota que el masaje le hizo bien.
...
Narra Lucas
No se porque pero Matías tiene algo especial. Él sabe justo lo que necesito sin pedírselo, además tiene algo en su sonrisa que me da vida. Él hace que mis días aquí no sean un infierno. Me gustaría pasar más tiempo con el fuera de la oficina.Pensando en cómo haría para pasar tiempo con él fuera de la oficina pero sin invitarlo a salir porque no quería invitarlo formalmente. Se me ocurrio una idea loquisima que podría funcionar. Le diré que me acompañe a una reunión, de camino a ella nos perdemos y podríamos pasar la tarde juntos.
Después de revisar no tener nada importante por hacer para el día de hoy. Llamé a Matías a mi oficina para irnos a mi supuesta reunión. Después de pocos segundos Matías llegó.
-Matías necesito que me acompañes a una reunión a afueras de la ciudad- dije sin dar muchos rodeos y me paré de mi escritorio con mi maletín. Matias solo asintió - Y por cierto agarra tus cosas tal vez no volvamos a la oficina- dije para acto seguido irnos.
...
Teníamos ya tres horas en el carro, eran la 2pm justo la hora que le pedí a Laura que me llamara y me siguiera el juego. Laura era mi secretaria que a pesar de sus años seguía siendo una mujer muy hábil. Unos minutos después sólo mi teléfono y lo puse la llamada en altavoz para que Matías pudiera escuchar.
(En la llamada)
-Alo? - dije apenas atendía.
-Buenas tardes jefe, soy Laura.
-Oh Laura, ¿Qué pasó?
-Lamentó informarle que la reunión ha sido cancelada.
-No puede ser, ya casi iba llegando, bueno Laura hablamos en la oficina. Chao.
- Hasta pronto jefe
(FIN de la llamada )
-Como pudiste oír hay un cambio de planes- dije mientras me detenía en un estacionamiento que "casualmente" era el de restaurante muy hermoso con vista al mar.
-¿Entonces...de regreso a la oficina?- Preguntó Matías.
-Todavía no, vamos a almorzar primero- dije, el no tenía ni idea de que no tenía planeado volver a la oficina hoy.
...
Mientras esperábamos que la comida estuviera lista. Nos fuimos a ver el mar desde una hermosa terraza del restaurante. La vista era simplemente presiosa, tenía tanto tiempo sin apreciar cosas como estas. En la orilla del pasamanos nuestras manos se fueron acercando hasta que sin darme cuenta, tenía mi mano sobre la suya. El me miró y me dedico una pequeña sonrisa, la cual me dejo imnotisado. El se mordió el labio al notar que yo se los estaba viendo y como una respuesta involuntaria de mi me lami los míos. No aguante más las ganas me estaban matado. Agarré a Matías por el mentón y acto seguido lo besé. Al comienzo Matías se quedó tieso pero poco después me empezó a corresponder el beso. Fue un beso lento y suave pero yo me moría por uno más salvaje. Nos fuimos a sentar sin decir nada, la comida fue silenciosa. ninguno de los dos sabía que decir. Y yo andaba perdido en mis pensamientos, yo no era gay o eso creía. Hay algo en Matías que nunca había visto antes, el sabe hacerme feliz, mi corazón se acelera cada vez que lo ve y mi mente al verlo se imaginaba miles de cosas que podía hacer con el. Era cierto que esas ideas las trataba de sacar de mi mente pero simplemente no podía hacerlo. Por distraer mi mente, mis ojos no dejarán de brillar cuando lo vea, mi humor no cambiaría cada vez que de sus labios sale una de esas sonrisas que tanto me matan. El..... me gusta...
-Jefe...Jefe....LUCAS- Matías dijo sacandome de mis pensamientos.
-Eh... si... lo siento me distraje- dije volviendo a la realidad.
-Cre... creo que deberíamos hablar- Dijo bastante nervioso.
-Yo también creo pero este no es el mejor lugar- dije mientras le hacía una seña al camarero para que trajera la cuenta.
...
Después de salir del restaurante fuimos a caminar por la orilla para hablar de lo que teníamos pendiente. Siempre he sido frío para los negocios, pero no puedo negar que me estoy muriendo de los nervios.
-Creo que debemos hablar- dijo Matías rompiendo el silencio que teníamos después de estar minutos caminando.
-Mira Matías no se que me pasó, desde el día que te vi por primera vez hay algo en ti tan diferente, tan especial. Nunca había sentido algo así créeme, tu has sacado lo mejor de mí. Contigo quiero cosas que nunca había querido con ninguna mujer antes, quiero algo serio- dije y pude notar como se paraba e hice lo mismos. Los dos ya estábamos cara a cara.
-Lucas.... tu también me gustas, en ti veo muchas cosas que los demás no ven. Y créeme que ya me costaba ocultar lo que siento- dijo mientras ponía sus manos al rededor de mi cuello. Mi corazón estaba muy acelerado, estaba muy feliz.
Lo tome por la cintura y lo bese intensamente. Era un beso tierno que expresaba aquello que mi corazón sentía. Era un beso que yo simplemente anhelaba un beso que me devolvía la fe en el amor.
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Un corazón roto entre tanto éxito
RomanceLucas es un empresario de 28 años con una vida "perfecta" entre lujos y fortunas, pero él ha tenido muchos fracasos en el amor muchas mujeres interesadas, manipuladoras y malas ha pasado por su vida, así que decide que no se va a volver a enamorar h...