- Pero mamá, ¿Y si...? ¿Y si no lo logro? No me siento preparada... Es demasiado pronto... - dijo entre sollozos y un ataque de pánico inesperado.
- Si no lo logras, lo intentarás una y otra vez hasta que lo consigas; pero para conseguirlo tienes que intentarlo... No seas terca, hija... Has estudiado ya un mes entero todo el día, todos los días... Sé que lo harás bien.La chica gimoteadora soy yo. Hace un par de años. Y allí, está mamá intentando convencerme de que es la mejor oportunidad de mi vida, claro que en ese entonces mi yo del pasado no lo sabía, y sólo quería morirse antes de sufrir una decepción.
~~~~ Al día siguiente ~~~~~~~~
- Al menos sonríe, Sam... Estás iniciando tu camino al éxito, ten un poco más de entusiasmo, cariño.
- No sé qué clase de madre manda a su hija al matadero y disfruta del espectáculo- dije entredientes - YA ME VOY, MAMÁ. GRACIAS por arruinar mi vida.
- ¿Si sabes que puedo oírte no, mocosa? Algún día me lo agradecerás - dijo mamá riéndose.
En primer lugar, la razón de todo el drama que armé anteriormente es sencilla: Examen de admisión a la universidad.
Mi nombre es Samantha Navarro y si vives en una ciudad peruana como yo, debes estudiar mucho para poder ganar una miserable vacante en un examen en el que habían por lo menos 300 postulantes para cada carrera profesional. Aunque podría ser peor, en otras ciudades hay más competencia; suerte que la mía no era tan grande.En segundo lugar, la razón de mi trauma era porque muchos de mis amigos habían intentado entrar por esa modalidad y no lo habían conseguido y si vives en un hogar de clase media como la mía, no podías darte el lujo de hacer gastos innecesarios o desestabilizabas el sistema económico de la familia.
Mi miedo consistía en:
1. Sufrir decepción por no lograrlo.
2. Sufrir vergüenza delante de mis amigos y;
3. Afectar en el resto de los gastos de mi hogar con una inversión que podía resultar en vano.Sin embargo, por alguna extraña razón cuando llegué allá ya no sentí miedo absoluto, tampoco me sentía victoriosa. Entré en una especie de limbo mental en la que sólo esperaba la hora de mi muerte y ya ni me angustiaba saberlo.
Suerte o muerte, Sam.
Vi llegar los exámenes y al docente vigilante que se paseaba por todo el salón para evitar el plagio. Eran 3 horas para desarrollar un examen de 100 preguntas; si respondías bien tenías +4 puntos, si errabas la respuesta te descontaban -1.
Respondiendo lo más fácil y luego más difícil, terminé el examen y me quedé dormida en el pupitre hasta que todos finalizaran y llegue la hora de salir ahí.Finalmente salimos de ese encierro. Me encontré a una amiga que tuve en el centro preuniversitario de la universidad, nos pusimos a conversar de lo que había pasado con nuestros amigos y enemigos durante el verano. No gran cosa al parecer, excepto que a la chica que odiábamos la habían viralizado en internet por un escándalo en una discoteca.
En la noche publicarían los resultados.
Y yo estaba rogando que si mi puntaje no era suficiente para entrar a Derecho, al menos que sirva para entrar a Comunicación Social. O que sirva para algo, para cualquier cosa, yo sólo quería y necesitaba entrar.
Estuve en la iglesia con mi familia, mamá no fue porque estuvo enferma. Cuando llegué a casa, mamá salió a recibirme con una cara triste y apenada. Temí lo peor.
Ya ni modo, me dije.
- Sam, prepárate para ser abogada- me dijo dándome un abrazo.
Luego de eso, sólo recuerdo que recibí abrazos y felicitaciones de parte de mi familia, mientras yo estaba en un estado de shock sin poder creer que de verdad esté pasando todo aquello. Al menos me recompensaron con un buen pollo a la brasa, una delicia típica de mi ciudad. Delicia que devoré con ferocidad y gusto, debo decir.
Al menos así, fue como finalizó aquella noche de verano. ¿Tuve un final feliz? Sí, por el momento todo iba sobre ruedas. ¿Debería preocuparme por mi nueva vida universitaria? Tal vez, pero ya habría tiempo para eso. No siempre se puede ser fatalista, eso lo que creo.
Si hay tiempo para sufrir las derrotas, también hay tiempo para celebrar las victorias.
Y así es como se inicia una etapa. La universidad no siempre es lo que piensas.
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Las cosas que nunca dije
Novela JuvenilEn la vida suceden tantas cosas inesperadas, que terminas quedándote en plan de "WTF?" Y no, esta historia no te dará una respuesta milagrosa a tus problemas, ni hará que los cielos se abran y te llegue la iluminación divina que necesitas... Porque...