2- AKASHI-Mi acosador, que no es acosador

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A veces me pregunto por que a pesar de ser adulto sigo recibiendo los regaños de mi padre, a mis 28 años ya debería de poder vivir a mi modo, pero no, tengo que seguir aquí en mi oficina escuchando un sermón sobre el por qué es importante que consiga una linda  y sumisa mujer/doncel para poder formar mi propia familia y darle sus herederos.

  - ¿Seijuro, estás escuchándome?- y ahí estaba mi padre, sentado detrás de su escritorio.

  - Claro que si padre- digo ya cansado de lo mismo- aun así no hay ninguna prisa en iniciar una relación amorosa y menos con ninguna de esas niñas, hijas de tus socios, que me presento, ya le dije que solo aceptare como pareja a esa persona que me demuestre que esta a la altura del imperio Akashi, independiente tal cual fue mi madre. 

  - Seijuro, no me interesa si es o no con una de esas niñas, solo quiero que te cases y me des la dicha de darme un nieto- iba a protestar pero en ese momento se escucho la melodía de su teléfono, y sabia que la conversación había terminado por hoy- solo piénsalo, y recuerda que no soy eterno.

Y después de eso se fue  a contestaba su teléfono, y dirán "ese es un padre que solo se preocupa por su hijo" pero la verdad, fue hace tan solo unos años atrás que recordó que tenía un hijo, y es que tuvo que sufrir un infarto (del que apenas salió con vida), para que finalmente se diera cuenta de todo lo que estaba perdiendo y del tiempo que no podría recuperar, por lo que después de estar acostumbrado a estar por mi cuenta, ahora mi padre vivía pendiente de todo lo que ocurría a mi alrededor y más ahora de estar cerca de mis treinta insistía en que quería disfrutar de un algunos nietos antes de que la muerte lo alcanzara.

De camino a la salida no pude pararme a contemplar el jardín de rosales que mi madre tanto había amado, y una imagen suya en la que se encontraba personalmente podándolas recorre mi mente, en especial un recuerdo de esos tiempos en los que yo solo tenia 5 años.

Flashback

Una pelirroja con un vestido elegante se encontraba en una gala al lado de su marido, mientras detrás de ellos caminaba un pequeño Seijuro de 5 años, mirando todo con curiosidad y precaución, era la primera vez que lo llevaban a un evento como ese y quería demostrar que podía orgullecer a sus padres, sobretodo a su hermosa y dulce madre.

claro que siendo tan observador como lo era no le fue difícil notar como algunas mujeres presente miraban a su padre con interés a pesar de que este andaba acompañado de su esposa, incluso hubo una de esas mujeres que se le insinuó de forma descarada delante de ella y a pesar de que el Akashi mayor no hacia nigún tipo de caso a tales insinuaciones. de todos modos fue en un momento en que su pare parecía distraído ablando con uno de sus amigos que vio como su madre se acercaba tranquilamente a la salida hacia el jardín, le pareció que tal vez estaba agobiada y quiso salir detrás de ella para reconfortarla,pero cuando llego lo que vio lo dejo sin palabras.

Su dulce y tranquila madre se encontraba mandando una mirada seria y fría a la mujer que anteriormente se había atrevido a insinuarse a su padre, quien se encontraba temblando mientras parecía que en cualquier momento se desmayaría, no estaba lo suficientemente cerca para oír la conversación, pero pudo oír la ultima frase que le dijo su madre a esa mujer antes de darse la vuelta, dejando a la susodicha en un mar de lagrimas y muerta de miedo.

"Tu no eres lo suficiente para intentar siquiera imaginar usurpar mi lugar al lado de Masaomi, así que conoce tu lugar y no vuelvas a ofenderme con tu miserable existencia"

Fin flashback

Desde ese día le quedo claro que su madre no era la mujer indefensa que aparentaba, era como esas rosas que tanto amaba, hermosa pero un mal movimiento y podía cortarte, sin embargo esa nueva fase de su madre solo había causado que su admiración hacia ella creciera aun mas, y por eso no podía conformarse con alguien que sabia su madre nunca aprobaría.

Misión "Enamorar A Mi Vecino"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora