Aún sentía el resto de lágrimas en mi rostro del día anterior, estaba descansando, no tenía idea en que momento caí rendida ante el cansancio, lo último que recuerdo es estar con William analizando toda esta situación.
Ya más despierta me encuentro con un William abrazandome, el descansaba pacíficamente aún.
Podía seguir con William sin importar nada de lo que sucediera a mi alrededor.
O podía hacer lo que mi hermana quería y seguir mintiendo en mi vida.
Mintiendole a William, a mi, al mundo.
Mire a William, seguía dormido a pesar de que me moví un poco para tomar mi teléfono y mirar la hora.
Lo moví, tenía que salir de la aprensión de sus brazos, Lo hice sin dificultad.
No emitió queja alguna.
Eso me preocupó, había sido muy brusco mi movimiento, siempre recordaba como apenas me movía un poco y el despertaba al instante.
-William- le llame. No respondió -¡William!- dije un poco más alto. Igual. Sin gesto alguno. -¡WILLIAM!- grite desesperada.
Algo le había pasado.
Sin pensarlo más revise su respiración. Era tranquila.
Sus latidos. Débiles.
Intente llamarlo una vez más sin respuesta alguna.
Tome mi teléfono y llame a Emergencias.
-9-1-1, ¿Cual es su emergencia?- contestó una mujer.
-Yo... necesito una ambulancia- seguía moviendo a William preocupada no obtenía respuesta alguna.
-Deme su direccion- contestó de inmediato, no tarde demasiado en decir el nombre de aquel hotel ya que no sabía exactamente donde estaba. -¡Va en camino señorita!- dijeron del otro lado de la línea.
Cambie mi ropa y busque las cosas necesarias de William, estaba nerviosa, mis manos sudaban y mis piernas temblaban.
Fueron los minutos más largos de mi vida, en cuanto llegó la ambulancia y les dieron el acceso para venir hasta acá revisaron a William, estaba inconsciente fue lo único que me dijeron.
Subí con el en la ambulancia, la paramedico intento calmarme.
No podía, quería saber que le pasaba a William.
Al llegar al hospital fue a Emergencias, tuve que esperar en la sala.
Pasaron los minutos, no había a quien llamar, sólo yo estaba aquí.
-Doctor- me acerqué en cuanto la vi que salía de donde estaba William. -¿Como esta?- pregunté, seguía temblando, imaginando lo peor.
-Esta inconsciente- soltó un suspiro. -Posiblemente fue drogado, veremos si los análisis arrojan algo, estuvo a punto de sufrir un paro respiratorio- sentí como la sangre se me iba a algún lugar, estaba paralizada, quien habría querido hacer aquello. -Sólo esperemos que despierte y ver si no hubo otro daño- eso terminó de matarme literalmente.
Quizás esto era obra de mi hermana ella me quería lejos de él.
Por primera vez me mostró su jugada, el daño que le ocasionaria a William si seguía a su lado.
Temí por su vida y por la mía.
Tenía que dejarlo, fue lindo amarlo como nadie y ser correspondida pero lo quería aun en este mundo, así que lo mejor sería alejarme una vez más, aunque me doliera hasta el alma...