· parte única.

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¿Cuándo sales de trabajar?

A las nueve, hoy cerramos antes.

¿Por qué? ¿Me echas de menos?

Puede que sí o puede que no, prefiero dejarlo a tu imaginación.

Me encanta cuando te haces la difícil.

Deja las bromitas, Taehyung.

¿Nos vemos a las nueve y media?

¿En tu casa?

Sí.

¿Te hace un Netflix and chill?

Esa era la idea, idiota.


Por suerte las horas pasaron rápido, y las ansias por reencontrarse fueron muchísimo más llevaderas de lo que esperaban. Taehyung cerró con llave la tienda de fotografía en la que trabajaba hacía unos años atrás. Guardó junto a las llaves sus manos en el bolsillo, resguardándose así del frío primaveral que le había atizado de lleno. Asegurándose de que todo estaba en orden, decidió poner rumbo a su destino tomando su coche que se encontraba a unas calles de donde trabajaba.

Se sentía ansioso y es que, desde que la pelirroja le había mandando aquel mensaje, no podía dejar de pensar en lo que podría venirse con su encuentro. La idea de poder disfrutar de una noche con ella le dejaba sin aliento. Por suerte, la espera tampoco se iba a hacer muy larga ante la cercanía de la tienda respecto al piso de su amante. Y, acelerando más de lo normal, se dispuso a llegar hasta allí.

Yangmi se encontraba igual de ansiosa que el castaño. No dejaba de dar vueltas por todo el piso en el que vivía mientras diferentes imágenes que incluían a Taehyung rondaban por su cabeza. No sentía vergüenza, ni tampoco desesperación pero, la verdad es que le necesitaba ya allí, con ella. Miró el reloj percatándose de que ya casi era la hora y tomó a su vez su teléfono móvil en busca de comprobar si su amante ya había llegado.

Estoy en el portal, ábreme.

Yangmi tragó duro antes de pulsar el botón que abría la puerta del portón. Nerviosa, esperó hasta el siguiente mensaje que la avisara de que Taehyung ya se encontraba en el ascensor. Decidió entonces abrir la puerta esperando a que el chico llegara hasta allí. No es que quisieran mantener su relación en silencio, simplemente era tarde y, preferían avisarse por mensajes que provocar un escándalo que despertara a los vecinos. La pelirroja quiso sonreír ante la imagen del chico pero prefirió contenerse puesto que no quería mostrarle que realmente le había echado de menos. Cuando sus miradas se encontraron, una corriente eléctrica recorrió todo su cuerpo, acelerando su corazón.

—Hola, preciosa —su voz grave casi la deja sin respiración y, justo en ese momento se preguntó por qué Taehyung era tan sexy. Se acercó hasta ella para plantar un casto beso sobre sus labios, empujándola con suavidad al interior de la habitación.

—¿Preciosa es la mejor palabra de ligoteo que se te ocurre? —El castaño se encogió de hombros sonriendo con diversión mientras se quitaba los zapatos.

—¿Por qué no disfrutas y dejas de quejarte tanto? En el fondo sé que te gusta —Yangmi puso sus ojos en blanco ante la falta de modestia del chico.

—Claro que me encanta —dijo con ironía aunque, en el fondo, era cierto. Le encantaba Taehyung, en todas sus maneras.

Sus miradas se conectaron por un segundo en el que Taehyung dudó de si decía la verdad o no. Aunque, se quedó ensimismado pensando en lo muy sexy que se veía aquella chica. Su pelo largo y pelirrojo se mantenía ondulado como naturalmente estaba pero suelto, sin una coleta de por medio que mantuviera despejado su rostro. Había notado que no había cambiado su ropa desde que había vuelto del trabajo porque, no solía vestir así para estar en casa. Pensó incluso que se había quedado así para la ocasión y, no le importaba. Aquellas medias transparentes a medio muslo le estaban obligando a perder su cordura poco a poco y, ni siquiera hablar de aquellos pantalones cortos negros que vestían sus piernas a juego con una camisa de botones del mismo color que cubría toda su parte superior.

netflix & chill ━ k. taehyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora