Capítulo 5 (editado)

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Me despierto gracias a la alarma del reloj de la mesa de noche, ha sido tan raro el sueño pero prefiero no tomarle mucha atención, aún recuerdo todo lo que paso el día anterior, levantándome de mi cama a las seis de la mañana comienzo a arreglarme para un día nuevo de "aventuras".

Después de tres minutos de elegir mi atuendo finalizo con un vestido color acqua con una chaqueta de cuero y sus botas de agua respectivamente ya que no había parado de llover y aunque estamos en primavera el aire es fresco; metiendo todo a mi mochila de mezclilla como mis cuadernos y el maquillaje salgo con el dinero del bus y mi llaves del departamento hacia la parada que estaba en contra esquina de donde me hospedaba, <<desayunare algo en la cafetería>>, antes de salir del edificio superviso que haya rastro de Santiago o ninguno de su escuadrón; corro a la parada del autobús y cuando ubico que se está acercando levanto la mano y por milagro divino separa sin mojarme, rápidamente me subo pagando mi pasaje encaminándome a un asiento de atrás esperando llegar a mi universidad.

Al llegar camino hacia mi casillero a dejar todo, mi primera clase empezaba a las ocho y eran las seis cuarenta quiere decir que tenía suficiente tiempo para dormir y desayunar, cambio la contraseña del candado, dando media vuelta para caminar directo a la cafetería, pero como soy tan despistada topo con alguien y mi cabeza va directo a su dorso.

-Joder- siento que me iba hacia atrás pensando en el oso que iba a ocasionar cuando los pocos alumnos me viera en el piso de la escuela el primer día de clases, una gran bienvenida para una extranjera, pero una mano grande y fuerte evita mi caída.

-¿Estas bien?- pregunta el chavo con voz ronca y sexi y algo conocida para mi pesar, abro mis ojos rápidamente viendo que era Jay, el chico de la conferencia de ayer

-Si disculpa, soy algo torpe no me di cuenta que venias- digo un poco sonroja por el evento anterior pero con una posición recta, para que no notara mi nervios

-No, como crees- dice burlón, sonrió ante su atrevimiento negando la cabeza

-Bueno gracia- comienzo a caminar a mi rumbo inicial percatándome que él me seguía, lo miro disimuladamente y lo cacho viéndome

-¿A dónde vamos?- pregunta para quitar la tensión que se estaba generando, con su sonrisa de quita bragas

-Digamos que yo voy a la cafetería puesto que no he comido nada desde que me levante y mi primera clase es a las ocho- contesto sin titubear y segura aunque sé que sonó a una tímida voz

-Muy bien y ¿qué comeremos?- sus preguntas me dan risa, cosa que me gusta, no digo nada y sonrió negando con la cabeza; los alumnos que de seguro habían llegado más temprano que yo se nos quedan viendo y más las chicas que me miraban con envidia de que alguien como él estuviera con migo.

Al llegar a la cafetería lo primero que me llega es el olor a hot cakes recién hechos, es mi debilidad, corro literalmente por un plato de tres piezas, unas fresas con chocolate, miel, un vaso con chocomilk y otro de jugo de naranja natural recién exprimido, mi acompañante solo toma un café y galletas para acompañar.

-Serán 100 pesos- me sonríe el chef, devolviéndole la sonrisa busco el dinero en mi chaqueta pero una mano me gana pagando todo, y esa mano era de mi gran acompañante Jay con su típica sonrisa

-Cóbreme lo mío también por favor- el chef le sonríe y le cobra

-No debiste de pagar, yo puedo pagar lo mío- digo ya caminando hacia la mesa que estaba a unos metro de la entrada

-Quería hacerlo, no me pasara nada si hago algo bueno por una chica tan linda como tú- sonrió tímidamente y nos disponemos a comer, como va pasando los minutos va aumentando el nivel estudiantil en esta área y como es de esperarse más miradas cae a nosotros, pero al parecer a él no le importa ya que hablamos de cosas diversas y sin ningún fin en especial, cuando terminamos nuestros desayunos, él como todo un caballero se para dejando mi plato en las vajillas sucias, no tarda en regresar cuando yo ya me encuentro acostada en la mesa con mis ojos cerrados.

-¿Quieres descansar?- pregunta, tímidamente contesto con un asentimiento de cabeza sin abrir los ojos, escucho como se ríe, escucho que hace algún movimiento y cuando menos me lo espero lo tengo alado mío <<este ¿qué quiere hace?> toma mi cabeza y la pone en su brazo- para que te recargues en mí y te sirva como una almohada- explica después, sonrió y me acomodo en una posición mejor, ya que no quiero dolor de cuerpo cuando me despierte apoyando mi cabeza en su brazo mientras que él me acaricia el pelo transmitiéndome paz para poder descansar con todo el ruido y así es como me quedo dormida.

No se cuanto a pasado pero hay demasiado ruido causando que me despierte de mi sueño, al enderezarme veo que Jay me recibe con una sonrisa en su rostro una más cálida y gentil, yo aún adormilada volteo a ver qué fue lo que me causo despertarme y compruebo que efectivamente la cafetería estaba más repleta de lo que recuerdo a ver visto antes de cerrar mis ojos, muchas miradas de parte de las chicas son con envidia o enojadas.

-Hola- digo volteando a verlo nuevamente, pero un mal presentimiento me empieza a invadir queriendo escapar de este lugar lo más rápido posible, pero deja mi paranoia a un lado dejándolo pasar esta vez.

-Hola hermosa, ¿descansaste bien?- pregunta después de un rato de silencio, donde me concentraba más en estirar mis huesos

-Si la verdad gracias, creo que hasta dormí tu pobre brazo- digo cuando lo veo un poco rojo y las marcas de mi cabello sobre el

-No cómo crees todo bien , vamos por los libros ya casi tocan el timbre dando inicio a las clases- se para y me tiende la mano yo con gusto la acepto, tomo mis cosas y emprendemos camino hacia los casilleros, el pasillo hay toda clase de personas, los populares que viene siendo las porristas, los deportistas y donde efectivamente Jay permanece y es parte del grupo ya que hacemos una escala para saludarse, desde el primer día que lo vi lo supuse, seguimos caminado, también se encontraban los friquis, los del club de lectura, los gamers, entre otros grupos, nada diferente a otras universidades que ya haya visitado anteriormente antes de mandar mi beca aquí.

Paramos en su casillero ya que estaba primero que el mío y espero que tome sus libros con los materiales para sus clases, mientras yo me encargo de observar a la gente de mi alrededor para estudiar su comportamiento escuchando la canción de Reik con la cara en alto como fondo que han puesto en los pasillo empiezo a tararear la melodía haciendo que Jay volteara a verme debes en cuando, cuando cierra su casillero me acompaña al mío que está más adelante, llegando tomo mi mochila con los libros, libretas que creo que necesitare en todo el día junto mi computadora que es lo más importante.

-Creo que llevo ya todo- digo visualizando mi casillero vacío

-Si quisiste mudar tus cosas estoy seguro que si lo tienes todo- dice burlándose de mí, lo miro con diversión y le pego en su brazo mientras cierro mi casillero.

-Tonto, no te burles de mí- niega la cabeza posesionándose enfrente de mí

-Jamás- pero antes de que siguiera hablando un escalofrió de mi columna me pone alerta volteando a ver a la persona que se encuentra atrás de él.

-Disculpe señorita Sandra- Jay voltea a ver al director y a su vez a Santiago que se encontraba muy serio <<si no me equivoco creo que su seriedad nació con él el primer día que vio la luz>>


Solo eres Mia (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora