「Ti Amo #AM2」Lutteo │completa.

11. Luna y Sol

Un mes después.

Matteo se acababa de despertar, eran las nueve de la mañana; como todos los días, estaba listo para ir a visitar a Luna al hospital.

Habían alquilado un departamento junto con Ámbar y Simón hasta que todo se normalice. Ellos por su parte se encontraban bien, pasaban todo el día juntos, aunque de vez en cuando se tomaban su tiempo para hacer cosas. Desde Buenos Aires, los agentes de Vidia, le habían propuesto ser la nueva encargada del Jam&Roller, sin embargo, ella se negó al menos hasta que Luna despertara.

Toda una vida pasaba mientras ellos estaban en México: Sharon habría querido robar la fortuna Benson y accidentalmente o no, terminó incendiando la mansión. Por esto, ni Mónica ni Miguel pudieron viajar para ver a su hija, pues... el estado de salud de Alfredo no era el mejor. Ya no podía hacer sus típicos viajes, y no podía quedarse solo.

/Luna Valente/

—Hija...

— ¿Qué pasa mamá?

—Tienes que volver Sol... no puedes seguir dormida, abre los ojos.

—No entiendo...

—Sol... ¿no te das cuenta que esto no es real? —la miró confundida.

— ¿Qué dices?

— ¿Recuerdas a Mónica y Miguel?

—No... ¿quiénes son?

—Tus padres...

— ¡¿Qué?! Esos son vos y Bernie.

—No Sol, esta vida no es real. Estás dormida, tuviste un accidente. Estabas en Cancún con Matteo, y de despistada que eres, un auto te chocó. Nosotros...

—Matteo... el chico de mis sueños.

—Sí, ¿lo recuerdas?

— ¿Recordar qué?

—Es tu novio Sol...

—No, él es el chico de mis sueños. Todas las noches sueño con él. Pero como si fuera otra vida, como si fuera más adulta. Se llama Matteo.

—Son otros sueños dentro de este. Sol... Luna... —se acerca y la acaricia. Despierta mi niña. Todo esto es un sueño, debes volver.

—Pero... ¿tengo que dejarlos a ustedes?

—Sol... siempre estaremos para vos. Estamos en tu corazón. Siempre que nos necesites, nos tienes ahí. Tenes que entender, sos nuestra Sol. Pero sólo eso, nuestra. Sol dejó de existir, y aunque los papeles digan eso, eres Luna. Siempre fuiste Luna.

—Mamá... —dijo y se le cayó una lágrima. Ustedes... ¿están muertos? —Lily asiente. No puede ser... No quiero volver a mi vida si eso me va a alejar de vos. De ustedes.

—Ya escuchaste Sol... —dijo Bernie apareciendo en el cuarto de la chica. Ven, te mostraré algo. —toma la mano de su hija.

{...}

—Cierra los ojos y mira ese muro. Sólo escucha y ábrelos cuando pienses que es el momento justo, acércate. Has los que sientas. —dijo yéndose.

— ¿A dónde vas?

—Sólo voy con tu madre. —le deja un beso en su cabeza y se va. Sol sonríe.

[reproduzcan los medios, ignoren el lugar, imaginen que está cantando a las afueras del hospital, mientras Ámbar visita a Luna]

—Matteo... —se acerca. Te amo... lo siento tanto.

—Luna... por favor... tienes que despertar. —la voz de una chica se aproximaba.

Una luz invade a Sol. Ella mira a su alrededor, asustada. Se siente ir.

{...}

—Me prometiste ayudarme a ser mejor persona, y la verdad es que me siento muy mal cuando te veo acá. Te necesito, necesito que nos ayudes a encontrar a Sharon. Que me ayudes a acercarme a mi madre. Por favor. —Ámbar llora.

—Matteo... —pronuncia Luna débilmente.

— ¡Luna! —la rubia la abraza emocionada.

—Ámbar... ¿qué te parece si... ¡Luna! —dijo Simón entrando a la habitación.

— ¿Simón?

— ¿Qué hago aquí?

—Tuviste un accidente Luna... —dijo Ámbar a su lado.

— ¿Matteo?

— ¡Que injusta! —dijo Ámbar. Yo vengo aquí, te despiertas conmigo y sólo lo nombras a él. —río.

—Lo siento... yo no...

—Está bien, era un chiste. Ahora voy a buscarlo. Simón, cuida de ella.

—Te recuerdo señorita, que Luna es primero mi mejor amiga.

{...}

— ¡Matteo!

—Ámbar, ¿qué pasa? ¿Luna está bien?

—Perdón, es que vine corriendo...

—Dime.

—Despertó, y está preguntando por vos.

El rostro de Matteo se iluminó. Una sonrisa se formó. Abrazó a Ámbar y le pidió que cuidara su guitarra.

{...}

—Amore... —dijo cuando entró en la habitación.

—Joven, hasta que al fin llega. —dijo la enfermera. La señorita no ha parado de preguntar por ustedes. Si todo está bien, esta tarde se podrá ir. Los dejo.

Matteo se sienta a su lado. Toma sus manos y las besa.

—Luna... volviste.

—Siempre volvería a mi chico fresa. Perdona, lo siento tanto.

— ¿Sentir qué?

—Haberme peleado contigo, y estar tanto tiempo dormida. Haberme alejado de ti.

—No te alejas, porque siempre estás conmigo. Ti amo mucho amore mío.

— ¿Crees que puedes darme un beso?

—Por supuesto chica delivery. 

Último capítulo, sentía que no tenía sentido alargar algo sabiendo que se podría repetir un poco la historia de la temporada anterior (el viaje entre cuatro para encontrar a Sharon, etc) así que decidí dejarlo así. Pero obvio, queda el epílogo y si continúo inspirada, lo subo esta noche. 

Espero les guste, las leo en comentarios. 

Bye. 

lufanfictions.