Capítulo III: ¿Sobredosis?

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Me sentía sofocada, tenía una gran opresión en mi pecho que me estaba lastimando y no podía moverme, el dolor crecía y crecía hasta que no pude contenerlo más y grité tan fuerte que creo que toda la manada lo escucho

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Me sentía sofocada, tenía una gran opresión en mi pecho que me estaba lastimando y no podía moverme, el dolor crecía y crecía hasta que no pude contenerlo más y grité tan fuerte que creo que toda la manada lo escucho. No fue el único grito, ya después no podía parar, quería detener esta tortura pero no sabía cómo.

—¡Lory! ¿Qué te pasa? ¡Reacciona! —alcanzaba a escuchar los gritos desesperados de Kerstin mientras me sacudía—. ¡Ayuda! ¡Por favor! —Se apartó de mí y corrió hacia la puerta—¡Luna! ¡Alfa! ¿¡Alguien!?

De repente todo paró, el dolor se desvaneció tan rápido como llegó. Me quede quieta en la cama sin tener idea de que hacer, tenía miedo de que el dolor volviera en cualquier momento. Mis padres entraron detrás de Kerstin.

—Mi niña, ¿Qué tienes? —Mi madre se abalanzó sobre mí. Pero no podía hablar, tenía un nudo en la garganta que no me permitía articular nada, las lágrimas salían de mis ojos como si fuera una cascada. —Cedrik, está ardiendo en calentura, llama al médico.

Después de todo el show que se armó por mis gritos llegaron algunos médicos. Me tenían en mi habitación, que se había convertido en un segundo cuarto de hospital, haciéndome toda clase de pruebas. El médico terminó de checar mis ojos. Tomó su libreta y empezó a escribir con el ceño fruncido y cuando termino de leer el informe suspiro.

—Los estudios no revelan nada —dijo a mis padres—. La verdad es que no logro entender qué es lo que le pasa a la princesa Mallory.

—¿Entonces? —pregunta mi madre.

—Creo que ya es indispensable llamar a una bruja.

No logre volver a descansar en todo el día. La idea de que alguien estuviera tratando de hacerme daño no me dejo dormir, aunque la verdadera pregunta era ¿Por qué? ¿Por qué me estaban haciendo eso?

Podía haber miles de respuestas a eso, la principal seria que soy la princesa de un reino grande, cualquiera que quisiera atacar empezaría con la familia real, que es la que mas duele, esto podría ser por la reciente boda como dijo el doctor, quizá la alianza de Francia y Alemania no fue bien tomada por los demás países, pero si ya se estuviera armando una alianza en nuestra contra nos habrían llegado los rumores.

También cabía la posibilidad de en vez de ser atacados por otra manada fueran las mismas brujas directamente, pero eso no tenia mucho sentido, siempre hemos respetado las demás especies, como también los hemos apoyado en varias ocasiones. En este reino no existe el racismo, es por eso que nuestro reino es tan grande.

O quizá simplemente fuera algo conmigo, pero ¿que había hecho yo para resibir tal odio? Me comporto bien con todos, y si en dado caso llego a actuar en contra de alguien es porque considero que hay verdaderos buenos motivos para hacerlo.

Al día siguiente decidí que no dejaría que esto parara mi vida, debía seguir con todos mis planes, si esa persona quería arruinarme la vida no le iba a dar el gusto. Los preparativos de la fiesta de cumpleaños me mantendrían muy ocupada para pensar en eso.

Maldición Fraternal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora