CDM Lemon [+18]

[Kentin]

Por quinta vez consecutiva en el día arrojo la mezcla en el tacho.

Me había decidido en hacerle unas galletas a Kentin para su cumpleaños pero he fracasado, como era de esperarse, desde el primer intento.

No puedo entender porqué la mezcla sale tan mal si he seguido la receta al pie de la letra… tal vez es porque esa es mi suerte desde que tengo memoria.
Lo peor de todo esto es que falta una hora para que él llegue al departamento, después de todo lo invité para poder disfrutar de las galletas juntos, pero como va la situación terminaremos disfrutando de unas buenas tortillas de la panadería de la esquina.

…

- Que… desastre.

El reflejo del espejo muestra a una chica completamente abatida por la cocina.
Mi apariencia es la que cualquier chica quisiera evitar; cabello alborotado, rastros del chocolate de la mezcla por todo el rostro, así como parte de mi pecho y, como cereza del postre, un poco de harina sobre mis mejillas y nariz.

- Tendré que irme a bañar antes de q-

La conversación conmigo misma se ve interrumpida por el sonido del timbre.

« ¡Mierda! »

Es lo primero que pienso, ¿En qué momento ha pasado tan rápido el tiempo? Pensé que todavía me quedaba una hora antes de que él llegara…

- Agh… ¡Voy!

Quito el delantal de encima el cual había salvado parte de mi ropa de ser ensuciada por mi desastre de intento de galleta. Dejo el mismo sobre el respaldo de una de las sillas del comedor mientras que continuó con el paso hacia la puerta de entrada pero, antes de abrir, me tomo mis segundos para poder respirar tratando de borrar la idea de mi cabeza de que mi novio me estaba por ver hecha un desastre, que iba a ver el desastre de regalo de cumpleaños que tenía… que se iba a dar cuenta del desastre que era por cuenta propia.

- ¡Hola precios-…! ¿Qué te ocurrió?

Menciona como primeras palabras al momento de ver la imagen que traigo por detrás del umbral de la puerta.
Desvío la mirada completamente avergonzada dejando que ingresara al departamento, lo cual hace sin siquiera apartar su mirada de mí.

- Digamos que quise hacer unas galletas, como regalo de cumpleaños, pero terminé haciendo un desastre en la cocina… hasta quedó un huevo pegado en el techo, ¡No preguntes cómo! Sólo sé que terminó ahí.

Una sonrisa se apodera de su rostro. Es la misma sonrisa de siempre, aquella que me entrega cada vez que termino haciendo algún desastre por cualquier lado, reconozco la ternura que expresa… es por ello que no puedo lograr entender por completo si me sonríe de aquella forma por el hecho de ser su novia o porque todavía me ve como aquella niña que fracasa en todo lo que se propone.

- Eres tan tierna Su, en verdad. Un increíble regalo, sin duda alguna.

- ¡No, para nada! No he logrado hacer ni una sola galleta, solo ensuciar por completo la cocina… lo lamento Kentin, he arruinado esto.

Centro la mirada en algún punto perdido del suelo, no quiero verlo a los ojos o me echaré a llorar como toda caprichosa que no ha conseguido lo que quiere.
Es más, me encuentro al borde de hacerlo, pero sus manos acunando mi rostro me hacen olvidarme de aquella sensación para simplemente perderme en el esmeralda de sus ojos.
Una sonrisa, solo eso, me entrega antes de unir dulcemente sus labios con los míos.

Apenas unos segundos después se separa de mí.

- El estar contigo es el mejor regalo de todos, el resto no importa. Ahora vamos, déjame que te quite toda esa harina del rostro.