El problema fue que creíste que yo te pertenecía
que podrías hacer lo que quisieras conmigo
sin darle relevancia a mi decisión
o sin contar las reiteradas veces en las que te dije que no.
Yo no quería que me tocaras, ni siquiera que te me acercaras
por tu culpa ya derramé demasiadas lágrimas
en un sinfín de madrugadas frías y solitarias.
Imbécil, tu manos obscenas y asquerosas me dejaron helada.
Ahora, gracias a vos, me duele el alma y la cabeza
mi esencia llora y las ideas me pesan.
Porque las noches pasan, se tornan cada vez más cálidas
en el aire puedo sentir cómo llega la primavera, exquisita y sempiterna
pero a mí ya ni las flores, ni el calor, ni el más resplandeciente sol me alegra.
Siento mi cabeza estallar
pues vienen a ella recuerdos que prefiero relegar.
Recuerdos de tus caricias sobradoras
de tus pútridos jadeos
de tus besos asquerosos
de tu misógina osadía, la cual me hizo sentir como si no valiera nada
de tu tacto inmundo y descarado
que convirtió mi cuerpo en un centenar de piezas rotas que ahora no encajan.
Estoy bien, eso es lo que me repito a mí misma una y otra vez
pues si yo puedo llegar a creerlo, los demás también.
Estoy bien, pero no sé cómo contarlo
lo único que sé es que debo dejarlo en el pasado.
Estoy bien, pero ¿por qué tuviste que ser tan cruel?
Hace un tiempo leí por ahí que resistir es vencer
y caí en la cuenta de que nosotras, las mujeres,
resistir es algo que nunca dejamos de hacer.
Me sentí culpable, sucia y vulnerable
acordé que jamás se lo confesaría a nadie.
Desde ese momento, guardo un sepulcral silencio
lo analizo, lo lloro, lo escribo y lo pienso
pero no lo cuento, no me atrevo.
El problema fue que creíste que mi cuerpo te pertenecía
que yo era tuya
que podrías hacer lo que quisieras conmigo
pues, al fin y al cabo, ileso saldrías.
Resistir es vencer.
Palabras que escribí en mis cuadernos, en mi espejo
que llevo marcadas en mi cuerpo
que repito cada día
que pienso en cada marcha y que me otorgan valentía.
Ahora sé que nada ni nadie puede ser capaz de derrumbarme
siempre y cuando, yo resista.