La Bella Y La Bestia

71 5 0
                                    

Ella era bella, tan frágil como una rosa. Por su lado, el era una bestia esclavo de sus impulsos. El día en que contrajeron nupcias fue único pues ya no eran niños, habían crecido y juntos se conviertieron en adultos. Al principio todo marchó de maravilla, en su Luna de miel se juraron fidelidad mutua y eterna. Es casi como un cuento más de parejas felices. Pero el tiempo pasó y las relaciones al igual que todo se agotan con el pasar de los días. Sin darse cuenta se aburren el uno del otro y ella no se da cuenta pues está ciega, su amor hacia Bestia no le permite levantarse el bendaje de los ojos para por fin ver, las rupturas de su vida diaria. El no aguanta la monotonía, ya no quería tener sólo a una mujer para meter a la cama o al menos eso le decía a sus colegas en el trabajo y en los bares que visitaba frecuentemente haciendo que se burlaran vilmente por la inocencia y en muchos casos la estupidez de Bella pues ella aparentaba no darse cuenta de las infidelidades de su marido. Bella estaba ciega, pero no era tonta. Sabía perfectamente lo que sucedía cuando su esposo volvía a altas horas de la madrugada, pasado de copas y con la ropa impregnada de perfume barato. La primera vez fue la más dolorosa, pero eso había sido hace mucho tiempo, Bestia se disculpaba con una rosa por cada desliz, como el los llamaba y Bella ya contaba con tantas rosas como para plantar todo un jardín. Fácilmente ella le concedía un perdón, y a ese perdón fácilmente le seguía otro desliz, sabiendo muy bien que lo que pasa una vez siempre puede pasar una vez más.

Diario de Bella [12/6/2015]

¿Hasta cuando viviré presa en este cuento de horror? Ya quiero que llegue el día en que por fin me libere, en donde sea más fuerte que esa bestia, quiero escapar, quiero vivir. Por muchos meses pensé que podía soportar sus infidelidades, pero la situación empeoró. Ya no son sólo sus maltratos verbales, ahora también me golpea de las formas más viles y cobardes que se le puedan ocurrir, los golpes son brutales y el dolor infernal. Las heridas me dejan cicratrizes en la piel y en el alma. Las entrañas me duelen de tanto sangrar cada vez que Bestia descarga sus arrebatos de ira contra mi. Tengo tantas marcas que ya no puedo más, aparento el doble de la edad que tengo y mi maquillaje ya no puede tapar el inmenso moretón que quedó en mi corazón, ¿cuanto tiempo más podré aguantar este martirio? Si ya gasté todas las lágrimas que tenía en las cuencas de mis ojos. No puedo recorrer mi propia casa sin que me ezcalofrie; Cada rincón me recuerda una golpiza. Ya no puedo ver mi cuerpo sin deprimirme; Cada rincón guarda alojado un puño. Por favor, que alguien me diga que esto no ha pasado, o al menos que ya olvidaron mis gritos que se oyen por todo el barrio. Díganme que todo esto pasará y que sólo se convertirá en un horrible recuerdo que pueda esconder en el olvido. Se que en realidad Bestia me ama, de hecho yo también lo amo es el amor más grande de mi vida... Mañana saldrá el sol de nuevo, haré las cosas bien tal cual y como el las pide para que no me golpee y podamos ser felices. Dejaré de ser tan torpe, hablaré sólo cuando el quiera que hable y lo complaceré. Si me porto bien, tal vez seamos felices de nuevo.

[Fin del diario de bella]


La Bella Y La BestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora