Moondance | Bnior / JJP | Markson | Adap.

11. Moondance.

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Moondance.

Por Katsumi Kurosawa

Adaptada por LalalazMr

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La junta. JYP lo mandó a llamar a una junta urgente... ¿Por fin debutaría como solista?

Entró a la sala de juntas de JYP Entertainment, vistiendo un suéter magenta y unos pantalones negros de vestir. Sólo había una persona ahí, garabateando algo en un cuaderno. Ni siquiera le veía bien por el gigantesco sombrero negro, vestía una camisa blanca y un saco carísimo.

Se sentó frente a él murmurando un "Buenos días".

El hombre se quedó muy quieto. Su lápiz cayó dramáticamente sobre su cuaderno y levantó la vista hacia Jaebeom porque claro, una voz como esa jamás la podría olvidar.

Los dos casi sufren un infarto.

Park JinYoung e Im JaeBeom estaban frente a frente después de cuatro años. Cuatro años en los que ambos trabajaron muy duro en sus nuevas metas para olvidar al otro.

Ahí estaban los dos. Mirándose serios, anhelantes, algo crispados, separados por la mesa de la sala de juntas en la que el silencio más incómodo de sus vidas se había formado.

Los recuerdos los invadían...

― Te invito a cenar. Conozco un lugar privado y muy elegante dónde... ―pero Jae no escuchaba el constante parloteo de su novio.

En su cabeza aún estaban los nervios, operarían a su madre al otro día en la noche. Hacía una semana había recibido una llamada del hospital diciendo que su madre tuvo un colapso.

"Tenemos que operar a tu madre" había dicho el doctor. La crisis que había sufrido la mujer, pudo llevarla a la muerte.

El pelinegro tenía el dinero al menos. Tenía previsto eso desde que se acostó con esa castaña y Suzy le había dado el cheque con la obscena cantidad de dinero que ahora guardaba en el banco.

Habían pasado dos semanas. Jaebeom y Mark habían donado la sangre suficiente para la operación de la señora Im y todo estaba listo para esta.

Ese era uno de los días en los cuales salía a las ocho, por su turno doble en la Dolce & Gabbana. Por más que deseara estar con su madre, el hospital no dejaba pasar más gente a esa hora.

― Está bien. ―apenas suspiró. Jinyoung le prestó un poco de ropa elegante y se puso el conjunto completo de Oscar de la Renta negro y la camisa blanca.

No estaba para nada consciente como siempre, de lo estúpidamente guapo que se encontraba en el momento en que puso un pie dentro de su pequeña salita, anudándose la corbata. Estaba más distraído que de costumbre así que ni se inmutó cuando los ojos cafés de su novio lo devoraron con la mirada.

― Naciste para usar esmoquin, hyung... ―suspiró sintiendo sus pantalones algo apretados. Una erección amenazaba con arruinar su sobrio Dior.

― ¿Ah? ―entonces espabiló y observó al castaño con detenimiento. Estaba matador en ese esmoquin negro con líneas blancas. No tenía ni idea de qué marca era, así que no hizo hincapié en más que en el perfecto diseño que se amoldaba a su figura y combinaba con su cabello recién teñido de distintos colores en ciertos lugares.