Prólogo

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Todos los días es lo mismo con Park.

Me quita mi asiento y por su culpa tengo que ir por otro hasta quien sabe dónde dando la excusa de que alguien de otro salón se lo robó; me deja en ridículo con todo el salón diciéndoles cualquier cosa que se le ocurra, sea cierta o no, y lo peor es que los idiotas de mis compañeros se lo creen todo; e incluso me roba mis lapiceros (bueno, eso todos lo hacen).

Pero por fin es viernes. Viernes de flojera por parte de alumnos y de profesores, aunque claro, al profesor de Matemáticas y al de Física eso no les importa y dejan tarea casi para todo el año, ¿No es más pesado para ellos a la hora de calificar?

Como sea, falta menos de un minuto para que el timbre suene y todos salgamos corriendo como si estuviéramos en una invasión zombie.

Dicho timbre suena y todos salen corriendo como predije, despidiéndose a gritos del profesor que solo responde "Disfruten su fin de semana".

Es un chiste ese, ¿Cómo quiere que disfrute mi fin de semana si deja tarea?

Antes de dar un paso fuera del salón, Park pasa a lado de mi, golpeandome la espalda y yéndose, riendo.

Maldito.

Tengo dos horas para llegar a mi casa, ducharme, cambiar mi ropa a algo más cómodo e ir a mi trabajo, una discoteca.

Siempre logro hacer todo en buen tiempo, así que no me preocupa tanto.

(...)

Salgo del instituto a las cinco de la tarde, por lo que puedo llegar al trabajo a las siete, aunque en realidad, podría llegar a las ocho ya que a esa hora es cuando todo comienza a ser entretenido.

Trabajar en una discoteca siempre te deja experiencias, malas y buenas.

Casi al llegar, pongo mi celular en vibrador y lo guardo en mi bolsillo trasero porque sé que con la música no lo escucharé y, teniéndolo en vibrador, al menos lo sentiré. Sacó mi credencial y se la muestro a la persona de la entrada, Jungkook. Él sin siquiera verla me permite pasar. Me conoce y yo a él, hemos trabajado por unos dos años solamente, pero es suficiente tiempo para conocer, al menos, al guardia y al empleado.

Entro al pequeño cuarto donde dejó mis cosas. Aviento la mochila al suelo y me pongo mi chaleco negro encima de la camisa blanca

Al salir, alguien me rodea el hombro con su brazo. Es Hoseok, mi compañero de trabajo. Sacude mi cabello y yo lo trato de alejarlo, sin obtener resultado (aunque no es como si en verdad quisiera alejarlo).

-¿Listo para la fiesta de hoy? Es fin de mes y ha caído en viernes. Seguro que viene mucha gente

Lo veo y sonrió.

Olvidaba eso. Todos los fines de mes viene mucha gente, más adolescentes, para "celebrar". No se que celebran en realidad, supongo que el fin de los exámenes porque, al menos en mi Universidad, éstos acaban tres días antes de que acabe el mes.

-Sí, en mi salón muchos hablaban de venir a celebrar sus cincos de calificación que sacaron con la profesora de Inglés

Ambos reímos, pero esa risa se va desvaneciendo ya que nosotros también somos malos en dicha materia.
Pero no importa, igual es divertido burlarse de desgracias que uno mismo tiene.

Como aún no llega la gente, nos apresuramos a limpiar el piso, las mesas y tener todo en orden y a la mano para cuando se requiera.

Justo cuando acabamos, un grupo de chicas entra y ven al rededor, pensando seguramente que mesa elegir.

👑Implanted Code | JimSu | (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora