Celoso ||YugKook||

13

Jimin seguía en un cuarto solo, estaba aburrido y asustado. Escucho a alguien queriendo abrir la puerta del cuarto.

No sabía que hacer hasta que vio a JungKook adentrarse y ir corriendo hacia él. Se abrazaron como si no hubiera un mañana, lloraron juntos.

-¿Y los demás? -pregunto Jimin-

-Todavía no vamos por ellos, tú eres el primero -JungKook se separó del abrazo- te quiero presentar a alguien pero ahora no tenemos tiempo necesitamos ir por los demás, vamos -se paró y agarro a Jimin de la mano-

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Hyung Seok mentía bien y también actuaba. Había engañado a ChanYeol y YuGyeom. Pues el ya no amaba a esa mujer que tenía como esposa, él problema era su hija, su punto débil.

Iba a ir con sus socios y después a donde tenía al prometido de ChanYeol y YuGyeom y otras dos personas.

Se iba a divertir mucho con ellos, demasiado.

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Baek tenía hambre, no le habían dado de comer desde hace horas. Su panza dolia. Quería aunque sea un vaso de agua.

Entró una sirvienta traía pan y un vaso de agua, nada más. Pero con eso se conformaba.

-Gracias -le dijo a la sirvienta-

-tenga -le dio un pedazo de carne que tenía escondido- para que recuperé fuerzas

-se lo agradezco mucho -Baek empezó a comer, la sirvienta salió del cuarto-

Estaba comiendo cuando la puerta se abrió, volteo a ver de quién se trataba. Vio a JungKook con Jimin y otra persona más. Corrió a abrazarlos.

Iban a escapar solo faltaba TaeHyung y la muchacha que le dio de comer.

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TaeHyung lloraba, estaba en un cuarto obscuro. Amarrado a un silla, sentía que las cuerdas le estaban resgarrando la piel. Le dolía.

No había comido nada, se sentía débil, no sabía dónde estaba sus amigos, esperaba que estuviesen bien.

El ya no quería estar aquí, el pelirojo entró a la habitación. Se acercó y empezó a besar su cuello y a manosearlo. Él no quería esto.

Gritaba, no quería ser violado y abusado sexualmente. No lo quería. Rogaba que alguien lo ayudará, pero por más que gritaba y pedía ayuda nadie venía a su rescate.

No podía hacer nada, estaba débil y
amarrado. Se estaba sintiendo sucio. El hombre se paro y se quitó la camisa. Se estaba quitando el pantalón cuando alguien entró.

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Estaban buscando habitación por habitación y no había rastro de Tae. Se estaban desesperando.

Empezaron a escuchar gritos desgarradores, estaban pidiendo ayuda. Corrieron lo mas rápido que pudieron al percatarse que la voz era de Tae.

Entraron y lo vieron amarrado en una silla con los ojos vidrosos. Golpearon al hombre con un palo que habían encontrado. Y lo fueron a desamarrar.

Hicieron un abrazo grupal y salieron todos de allí. Pero no contaban con que alguien estuviera llegando a la casa.