Sus ojos color rosa

                          Capitulo 11    

      

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Acaso mi cabeza estaba en otra parte, no sabia que estaba haciendo. Definitivamente me estaba arriesgando bastante era algo que podría salir mal o bien. No habían puntos intermedios, me besaba o me empujaba al piso con la humillación que esto significaba, y después que mi corazón se destruya como un espejo, llorando por todo lo tonto que fui. 

Yo seguía manteniendo la firme mirada hacia esos ojos verdes marravillosos que tenia, ya no soportaba quería que me diga que me amaba como yo lo hacia, que me agarre con sus brazos fuertes y me de un beso de novela. Esperaba algo, pero parecía una estatua de mármol, hasta que abrió su boca:

- Alejandro, ¿te molesta si te digo algo?. Su mirada bajaba al piso.

-Si tenes que hablar que sea ahorra  no me voy a molestar de lo que digas, por favor solo quiero...en ese momento el me habla.

- Soltame, que me estas poniendo incomodo, quiero que te alejes unos pasos de mi, si no te molesta. Me volvió a mirar.

En ese momento mi cara se comenzó a desmoronar, no sabia como reaccionar, me tendría que enojar, ofender, llorar, ya no sabia que pensar. Fernando era un estérico o yo era un tonto que imaginaba cosas que no existían. No se porque pero solo se me ocurrió decir esto:

-Lo siento Fernando, me tengo que ir, así que movete de la puerta. ¡Que ya esta muy tarde!

- Bueno,  cierto ya es tarde. El Fernando  ni siquiera se resistió a que saliera, era como si se hubiera vencido, como si lo que realmente pensara lo contenía, tal vez tenia miedo de ser el puto del curso. Ya no iba hablar, ya no quería decir tal vez lo que sentía por mi. Y eso me lastimaba mucho

- Entonces nos vemos mas tarde, yo iré con los chicos a los ranchos del sur, con el profesor. Quería ver como reaccionaba a la palabra 'profesor', pero ni siquiera reacciona, solo dice un:

- Ok, nos vemos.

A veces quisiera matar al Fernando, pero a veces solo siento ganas de abrazarlo será porque esta tan confundido no lo sabia que pensaba por su cabeza.

Los pasos que daba al salir de las duchas fueron los mas confusos que estaba dando. Fernando parecía no quererme o si lo hacia no de la misma manera o intensidad que yo lo hacia.

De repente una voz muy grave me grita desde los baños:

- ¡Solo quería tu bien, lo siento.!

Yo ni siquiera me di vuelta para responderle era tan patético todo esto, ya me daba bronca, solo quería volver a mi casa como extrañaba al peludo de mi perro. Ya estaba harto de todo esto de ser un maldito cangrejo que daba un paso y después dos para atrás.

Desde hoy si el quiere algo con migo tendrá que jugársela o me perderá, pensé.

Al llegar a la gran mesa donde estaba desayunando con Dan y los chicos, vi que todavía estaban allí, pero muchos ya estaban en el colectivo, esperando irse a la excursión.

- Jon, ¿donde estabas?. Ya nos vamos y tu casi ni has desayunado.

- No tengo hambre Dan. Toda lo que paso en las duchas me había dejado sin apetito.

- Bueno yo voy a la carpa a sacar un sombrero y subo al colectivo.

- Dale,yo voy a subir al colectivo, ahora.