Nueva York, Ciudad Gótica ; 2:30pm ; Septiembre 15.
Era un día como todos los demás en la gran mansión Payne, el pequeño Liam -hijo de Thomas Payne y Karen Smith-, juagaba en las afueras de la dicha mansión, para ser exactos, en el invernadero.
Huía de su mayordomo Alfred ya que era hora de almorzar pero el joven se negaba en asistir pues quería seguir jugando y lo único que se le ocurrió fue correr, correr cuanta velocidad le propiciará su cuerpo, paró en seco cuando llegó al final del pasillo del invernadero, miraba a su alrededor ... ¿Dónde podría esconderse?
— ¡Joven Liam! —gritó Alfred con cansancio.
Alfred estaba cerca y Liam seguía sin encontrar un buen escondite, fue eso hasta que sus ojos se posaron en un lugar detrás de unas grisáceas rocas.
Sin pensarlo dos veces, corrió hasta aquel lugar.
Con sumo cuidado subió ya que su base que le serviría para apoyarse consistia en la tapa de un viejo pozo de madera. Se agachó lo más que pudo, tenía que esconderse muy bien.
— ¡Joven Liam! — volvió a gritar Alfred. — ¡Ya no me haga esto!
Liam rió levemente pero esa risa luego se convirtió en un fuerte grito. La dicha tapa de madera se había roto dejándolo caer sobre el duro y nada cómodo suelo.
— ¡Alfred! —articulo el muchacho desde abajo.
— ¡Joven Liam! ¡En seguida lo saco, iré por su padre!
Dicho esto, Alfred se dirigió hasta la mansión y avisar lo sucedido.
Mientras tanto, Liam seguía inmóvil, no podia hacer nada. La altura era mucha, sería inútil tratar de escalar. Unos chillidos provenientes del mismo lugar donde se encontraba Liam -la cual parecía ser una cueva y no un pozo-, inquietaron al joven.
¿A qué o qué serían aquellos agudos sonidos?
Y de pronto, un gran conjunto de murciélagos salió volando de ese estrecho espacio lastimando a Liam el cual solo podia protegerse con sus brazos.
Segundos después, los murciélagos habían desaparecido, no había rastro de ellos, excepto por Liam, quién tenía algunos rasguños y ahora, temblaba. Los minutos pasaban y no había señal de nadie que pudiera acudir a su rescate, hasta que por fin apareció su padre de la nada, le tendió una mano para luego jalarlo hacie él y asi salir.
— Todo está bien —decía en un intento de calmarlo. — Vas a estar bien.
El joven ya estaba a salvo, pues su padre lo cargaba entre sus brazos.
— ¿Llamó a una ambulancia, señor Payne? —preguntó Alfred.
— No hace falta, Alfred —respondió Thomas. — Le acomodaré el hueso y luego veré que le hagan rayos X.
— Sufrió una fuerte caída, ¿cierto? — volvió a preguntar Alfred.
— ¿Y por qué nos caemos, Alfred? — dijo retóricamente Thomas. — Para luego aprender a levantarnos.
+ + + +
Días después.
Liam dormía plácidamente sobre su cómoda cama acobijado por unas cuantas sábanas, su semblante era tranquilo lo cual parecía expresar que su sueño también lo era pero al parecer no. Comenzó a fruncir el ceño reiteradas veces y a retorcerse como un gusano. Estaba pasando por alguna horrible pesadilla, eso era muy claro.
— Aléjense ... aléjense de mí — gimoteó.
Segundos después, abrió sus ojos de golpe, saliendo de aquel
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Batman ➸ Payne.
Fanfic❝Él es el caballero de la noche, él es Batman.❞ Advertencias: El personaje Liam Payne NO esta basado en la personalidad del cantante, se mostrara un poco más oscuro. Por lo cual si no te convence, no la leas y/o insultes. Menciones de violanecia, m...