Malos entendidos

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Tú eras ese fundamento,
nunca serás otro, no
he seguido, he tomado
tan convencido de que nunca podría dejarte ir,
a continuación el lamento, después la enfermedad
luego el shock cuando te alejas de mí,
tan vacío, tan vicioso,
tanto miedo que no podía dejarme ver
que nunca podría resistir.


Se despertó por el ruido generado en los pasillos, los linternas se levantaban muy temprano, ya se había acostumbrado un poco a eso, puesto que Kyle se levantaba al amanecer, pero en Oa las actividades iniciaban aun cuando el cielo todavía estaba oscuro. No había dormido bien, todo lo que había ocurrido ayer lo tenía hostigado, las preguntas de su guardián, el asunto de Dick, el aborto de su tía y como cereza del pastel, el aparente repudio que sentía Hal Jordan hacia él.

¿Qué fue lo que vieron su tío y Kyle en él?

Iba a sacar algo de su maleta para cambiarse, pero decidió echarle un vistazo al armario. Era increíble que adentro se encontraran prendas de desgaste, que era lo que usaban los velocistas al momento de invocar la Speed Force, la ropa común se hacía pedazos a altas velocidades; se puso una de las prendas debajo de la armadura que Rayner le había prestado, o más bien fabricado. Tuvo que cambiar su guardarropa luego de la primera semana de viaje, su ropa no era nada práctica además de que solo le causaba problemas e incomodidades. Apiadándose de él, Kyle le hizo un prototipo de armadura color ceniza, debía de admitir que con esa cosa se sentía mucho mejor que con las abultadas camisas de holanes.

Al salir de la habitación choco con el amigo del linterna, justo la persona que menos deseaba ver. Guy Gardner.

— ¡Hey, Wally! No sabía que te habían traído aquí.

—Sí, fue el señor Jordan.

—Vaya, nunca nadie había ocupado ese lugar para dormir, usualmente Hal se encierra ahí a llorar todas las noches.

— ¿¡Que!?— el grito hizo que casi se le salgan los ojos al duque, el otro al ver su expresión se burló de él.

—Estoy bromeando hombre, es verdad que esa habitación no la usa nadie, pero Hal no llora ahí adentro, solo se encierra a dormir de vez en cuando.— La confesión lo dejo aturdido, ya no quería saber nada del pasado del rey Barry, puesto que parecía algo tan fuerte que incluso lo consumía a él también.

—Por cierto, Kyle te está buscando ¿Quieres que te lleve con él?— Wally asintió y siguió al pelirrojo.

— ¿Qué hicieron ayer durante mi ausencia?— el velocista quería caminar en silencio pero al parecer esa palabra no existía en el vocabulario de Guy.

—Nada interesante, solo pintamos el velero.

—Yo también quería pintar uno, pero tú me ganaste a Kyle, lo bueno que no soy celoso.

—Podrían haber hecho otro.

—No— replico arrugando la cara el linterna —Solo se puede pintar uno por persona, en general se hace en parejas, ya que da a entender que ambos mantienen una relación romántica— Guy miro el suelo nostálgico— Por eso te digo que lo bueno que no soy celoso, de lo contrario tendría que partirte la cara por meterte con mi novio.


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Kyle estaba revisando el perímetro antes de volver a emprender el viaje, había algo que no le había comentado a Wally. En todos los lugares donde habían buscado al príncipe de Gotham, encontró rastros de un tipo de magia muy peligrosa.

InmarcesibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora