#3 Turquesa ☆ Jikookmin Fem O.S.

Turquesa: Cambios

Parecía que después de una empapada bajo la lluvía y una gripa compartida, el paso natural era forjar una amistad. Quizá Jimin había quedado fuera del recital, pero había ganado una amiga. Jungsook se había colado en su vida de manera inavitable, como si siempre hubiera habido un espacio esperando por ella. 

Comenzó poco a poco, cuando se saludaban en el pasillo Jungsook se alejaba de su grupito de amigas y la saludaba efusivamente para preguntarle cómo estaba, abrazándola con fuerza y molestándola por ser tan pequeña, fácilmente estrujable. Jimin se sonrojaba ligeramente, parecía que después de su quiebre emocional la castaña se había tomado la tarea de monitorear su ánimo, cosa que la pelirosa le agradecía, aunque le avergonzaba, además de que cada vez que sentía la piel de los brazos de JungSook sobre su propia piel sentía como si miles de hormiguitas caminaran sobre el lugar. Platicaban de cosas diversas, maquillaje, pasatiempos, anime, sus amigos, chismes del momento y temas random, curiosamente la cuestión del amor nunca la habían tocado.

Después comenzaron a sentarse juntas para comer en el descanso. La primera vez Jungsook la había abordado y con algo de timidez le había jalado el suéter para preguntarle si podía sentarse con ella. Jimin evidentemente no se negó, la tomó del brazo para ir juntas mientras trataba de ignorar la mirada burlona de Yoonji, quien había gesticulado dramáticamente cuando la habían dejado sola. 

Eventualmente Jungsook se integró al grupo de Jimin y Jimin al de Jungsook. Yoonji y Taehyung habían adoptado rápidamente a la castaña y se dedicaban a alzar las cejas hacia la pelirosa cada vez que volteaba hacia ellos. Las amigas de Jungsook también habían integrado a la mayor a su grupo, preguntando por algunos de sus compañeros y halagando constantemente su cabello.

La primera vez que Jimin fue a un partido del equipo de voleyball a apoyar a Jungsook, la castaña descubrió lo intensa que podría ser la pelirosa, había llevado una enorme pancarta que decía "Fighting". YugGi, Jisoo, Yoonji y Taehyung estaban a su alrededor fingiendo que no la conocían, pero la castaña lo agradeció, era bonito tener a alguien apoyándola y que gritara molesta cuando el equipo contrario mandaba la pelota muy lejos, al final del partido la había abrazado como un koala sin importarle lo sudada que estaba. 

Sin embargo, no fue hasta que Jungsook la invitó a su casa para quedarse a dormir que Jimin se dio cuenta que la castaña ya era una pieza fundamental de su vida, las semanas habían pasado corriendo y ella no lo había notado. Emocionada y nerviosa a partes iguales aceptó la invitación y su madre no opuso resistencia cuando le pidió permiso. Empacó su pijama con perritos amarillos y sus pantuflas afelpadas, junto con un cambio de ropa y unas películas que podrían ver. 

Su madre la dejó en casa de JungSook no sin antes bajarse a saludar a la madre de la castaña, una adorable y hermosa mujer que las recibió muy animada.

—Estoy muy contenta porque Sookie no suele invitar a gente a la casa, creo que Jimin ha logrado que se abra un poco más con las personas, no deja de hablar de ella ¡Hasta limpió su recámara!

—¡Ommaa! —dijo la castaña con el rostro oculto bajo sus manos.

—Aigoo, mi Jiminnie estaba muy emocionada de venir, esperamos que pronto JungSookie nos visite en la casa también.

Ambas chicas tuvieron que soportar el momento embarazoso frente a sus progenitoras y en cuanto pudieron se escaparon hacia el cuarto de la castaña. 

Contrario a todas las ideas de Jimin, en el cuarto de JungSook predominaba el amarillo pastel y estaba lleno de cosas de conejos: cobijas, peluches, tapetes y llaveros, que contrastaban con la mancha negra de ropa que se alcanzaba a ver del ropero. Era una dualidad extraña, pero Jimin comprendió que a su amiga le encantaban las cosas tiernas y peluditas, sólo que las escondía todas en su recámara.