tu y yo para siempre (yuri +18)

pium

No pude hacerlo, no podría mirarle a a la cara después a si que nos vestimos y salimos del lavabo cojidas de la mano, todo era perfecto.
Me diriji sola a secretaría para dejar el pase, Nakiri me esperaba fuera.
La secretaria me miró distinto, pero intenté no darle muchas vueltas.
Salí y subí a clase con Nakiri, al entrar nadie nos miró, ni siquiera la profesora, todo era muy raro.
Nos sentemos y continuemos la clase con naturalidad.

Pasaron las horas y ya llegó la hora de salir, Nakiri salió antes, y pensé en acompañarla a casa, pero la profesora me paro.
-Sakura, podemos hablar?
-Si, claro profe. empecé a caminar -Ya hablaremos. Dije.
-AHORA!
frené en seco, tenía miedo, ¿Acaso lo sabia? ¿Cómo?
-Sakura, eres una de mis mejores estudiantes. Camino hacia la puerta,
-eres inteligente, siempre sabes que decir o que hacer, a parte eres guapa y atractiva, aunque bueno, no eres la única de esta sala. Cerro la puerta. -Yo también soy atractiva, no crees?
Tragué saliva, ¿Intentaba ligar conmigo?
-C-claro profe. Dije con miedo
-entonces. Se acercó -entonces, no deberías pasar tiempo con la mindundi de Nakiri, deberías pasar.... Tiempo conmigo.
Llego a mi, se acercó tanto que pude oír los latidos incontrolables de su corazón, incluso sentía el aliento en mi mejilla.
-ahora quiero jugar yo...
-profesora, creo que esto esta mal.
-si no lo haces tendré que contar algo que tú y yo sabemos a la directora, pero si no te importa ser expulsada, adelante, vete.
-no quiero que me explusen, lo, lo, yo lo haré...
Me miró con una sonrisa traviesa.
-querida, tu lo único que vas a hacer es disfrutar...
Ella era activa, mierda.
-sube a mi escritorio
Lo hice, me senté en su escritorio haciendo que algunos papeles y lápices cayeran al suelo, mi profesora me abrió de piernas, miró satisfecha al ver que estaba bastante mojada, maldita, todo lo que dijo, me puso caliente, y más ya que antes no pude venirme como yo quería.
Esta vez sí que me correré.
Me bajo las bragas.
-tu vagina es muy hermosa Sakura, tengo ganas de meter mis dedos en ella.
Miré hacia otro lado, ella vio mi reacción y me acercó a ella tanto que ahora tenía su pecho contra el mío.
Me desabrochó la camisa botón por botón mientras se mordia el labio inferior, mi profesora era terriblemente sexy, y eso me fastidiaba.