Su conciencia regresaba poco a poco, Celestino, el dueño de la cafetería estaba junto a él en el hospital, su desmayo duró alrededor de 10 minutos, por lo que fue llevado a emergencia.
Chulanont, un compañero de clases y mesero del lugar al igual que él, venía de recibir las indicaciones médicas. Fue quien le descubrió inconsciente en los vestidores tras escuchar un fuerte golpe.
Pichit Chulanont, estudiante diseño gráfico de tercer año, compañero de clases opcionales del rubio, un atractivo moreno de ojos llamativos proveniente de Tailandia, no eran muy cercanos, pues esta dos años delante de él y el rubio siempre se mantuvo en su propio mundo.
El ruso miro el techo expectante, la voz seguía hablándole, él quería hacer como si no existiese y más si tenía gente a su alrededor, debía esperar a estar solo, así nadie podría tacharlo de demente si hablaba con la nada.
Sus traumas de la niñez marcan de por vida, se recordaba así mismo bufando. Fue dado de alta, su jefe, el Señor Cialdiani conjunto al tailandés le acompañaron hasta su casa. Su rotunda negación por que el moreno le cuidara causó gracia, pero aceptaron después de la quinta insistencia.
Una vez dentro de su habitación, tiro sus cosas espetando insultos…
-¡Rayos!, ¡Maldición!, ¡Esto no puede estar pasando!
-Cálmate Gatito, no puedes alterarte de esa manera, hace daño a tu salud.
-¿Y de quien es la culpa Imbécil?
-No, no, no… vamos, quien está sorprendido soy yo, Kitty.
-¿De qué hablas?
-De que puedes ver y hablar con los espíritus, Yuri.
-Nadie quiso creerme estúpido Jean, así que ¿quién es el culpable?
-No te enfades mi lindo gatito…
-No me digas lindo gatito, ¡no soy un jodido animal!
-Sí, sí, lo que digas, pero no fue mi intención que eso ocurriera, tu hablabas con la nada, ¿cómo querías que te creyéramos?
-Tkss… pude negar mi situación por un largo tiempo, ¿Qué me lo impide ahora?
-No Yuri, eso es el pasado, ahora…
-Estoy demente, ¿no recuerdas?
-Perdóname ¿sí?, un error infantil lo comete cualquiera.
-Un error infantil siempre has sido tú, Jean Jaques Leroy.
-Que gato tan rencoroso, ahsss... y yo que pedí al dios de las almas hacerte compañía para que no estuvieras so…
-Ese dios no existe maldito embustero, estas aquí por dos razones, así que obviare la segunda, tus asuntos pendientes no me interesan.
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Un Cupido idiota
Fanfiction¿Qué pedirías, si la muerte pudiera concederte un deseo?. Yuri, J.J. e Isabella escribieron sus peticiones depositándolos en el viejo pozo del pueblo, donde se creía que habitaba la muerte. Tiempo después un accidente les arrebata la vida dejand...