Un Sueño del Placer

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Perdóname por jamás poder olvidar tus caricias, por no poder superar tus besos
Los mismos besos que hacían mordiscos las cosas más placenteras del amor
Sentir tus dientes apretar mis labios, donde me acercaba más a escuchar tu voz
Pidiendo que te haga mía, en la noche de mis miserias pero una noche de tu alegría
Acepté quitarte la ropa, morderte el cuello, dejar mis dedos pasar por tus pechos
Sentir la manera que tu cintura rosaba mis muslos, sentir el tibieza dentro de tus calzones

De una manera sensual, con tu cuerpo, me sentí como un pequeño en el mar
Donde dentro de mi alma, me sentía como un barco perdido en tus olas, tus corrientes
Saber que entre tus piernas, iba hundirme a una profundidad de virginidad perdida
Levantando tormentas cada vez que te besaba en lo que gemías, escuchándote suspirar
Ver cómo tu piel blanca pedía más de un hombre moreno como yo, rasguñándome
Deseándome hasta que la luna sude de vernos hacer el amor en su brillante negro

Era tan hermosa la manera que cerrabas los ojos cada vez que mi mano apretaba la tuya
Ver esas gotitas de sudor caer por tu cuello, escuchar tus palabras excitantes y amorosas
Donde me decías el "te amo" que ninguna otra mujer podía pronunciar tan perfectamente

Esa noche, tú eras la mujer de mi vida, la ser divina que logró encarcelar mi corazón
Como una llave tirada al mar, tú eras la cerradura que me convertía en tu prisionero
Jamás pensé que caería seducido por tus labios, por ese mordisco que me causó dolor
Un dolor que logró hacerme caer en la tentación de tu cuerpo, de tus palabras inapropiadas
Y durante esa noche, nos amamos y, profundamente y preciosamente, nos vimos felices

Una Colección de Poesía Romántica Donde viven las historias. Descúbrelo ahora