Capítulo IV

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POV YE JIN.

Él me tomó de la mano y me llevó a la pista de baile, estaba tan sorprendida que me dejé llevar. Cuando empezamos a bailar tan cerca uno del otro me sentía completamente embriagada por su perfume, olvidé a las personas a mi alrededor, sentía que éramos las únicas personas en ese lugar.

Él se acercó más a mí, yo sólo me dejaba llevar, en realidad no estaba pensando, sentirlo tan cerca de mí me nublaba la razón. Bum se acercó a mi cara y me besó, me sorprendió pero rápidamente le correspondí, la sensación era exquisita. Me puso las manos en la cintura y me acercó a él, el beso se hizo más intenso, nunca había sentido esto antes, de pronto el separó,

-Hay que salir de aquí, tenemos demasiado público –dijo agitadamente.

Me tomó de la mano y echó a correr, yo lo seguí detrás, no sé qué me ocurrió en ese momento, pero al parecer mi sentido común me había abandonado. Llegamos al elevador, entramos y él volvió a besarme, me puso contra una esquina y siguió besándome, su mano bajó hasta mi pierna y comenzó a acariciarla, se sentía tan bien. Estaba tan concentrada en lo que Bum me estaba haciendo sentir que no me di cuenta que el elevador se había detenido. Bajamos, él abrió una habitación y me metió en ella. Era una hermosa suite, cerró la puerta y volvió a besarme, sabía que después de aquello ya no habría marcha atrás.

No podía creer lo que estaba haciendo, pero sus besos me nublaban la razón. Nos caímos en la cama aun besándonos, no podía apartarme de él.

-Espera, necesito quitarme esto –dijo algo desesperado.

Se levantó y comenzó a quitarse la túnica, ese disfraz le iba a la perfección, se quedó sólo en ropa interior, lo observé completamente anonadada tenía el cuerpo más perfecto que había visto en mi vida, era realmente sexy. Se volvió acostar a mi lado.

-Creo que ahora es tu turno –dijo con sensualidad.

Me empezó a besar el cuello y bajó por los hombros, deslizando el vestido a su paso, lo ayudé levantándome un poco para que me lo quitara. Regresó junto a mí e intentó quitarme la máscara, no podía permitirlo, si se daba cuenta de quién era todo terminaría ahí y además me quedaría sin empleo.

-Déjala, le da un toque de misterio, ¿no crees? –dije de inmediato.

-Así que sí tienes voz. Como tú prefieras –respondió con una sonrisa coqueta.

Lo tomé del cuello y volví a besarlo, sus labios eran perfectos al igual que todo su cuerpo. Él se acercó más a mí, podía sentir su erección en mi muslo, no pude evitarlo y la toqué, el hecho de que el no supiera quien era me volvió más atrevida.

-No tan rápido, creo que aún llevas mucha ropa encima –dijo sonriendo.

Me quitó el sostén y empezó a besar mis senos, era una tortura. Siguió bajando, me quitó la última prenda que llevaba encima y me besó todo el cuerpo. Ya no lo resistía, lo necesitaba dentro de mí.

-Por favor... Por favor –dije con desesperación.

Creo que él entendió a qué me refería porque se separó un momento de mí, se desnudó, se puso un preservativo y se colocó sobre mí. La sensación de estar unidos de esa manera tan especial era como estar en el paraíso, él comenzó a aumentar el ritmo, mi respiración se aceleró, mi corazón estaba completamente desbocado, mis gemidos era muy fuertes, podría decir que no era dueña de mí. Sentía que estaba llegando a lo más alto, podía sentir la rapidez con que latía el corazón de Bum, nunca me había sentido de esta manera. De pronto llegué a la cúspide y Bum me siguió segundos después. Cayó sobre mi pecho completamente exhausto, levantó su cara de mis senos y me besó.

-Eres increíble... –dije.

-Muchas gracias, hermosa, pero tú lo eres más.

Sentía que flotaba en una nube de felicidad, todo parecía estar bien. Sentir el cuerpo de Bum tan cerca del mío se sentía tan bien.

-Espera un momento, vuelvo en un minuto –dijo separándose de mí.

Se levantó de la cama y entró al baño. Cuando me quedé sola en la cama sentí, de golpe, el peso de lo que acababa de hacer. ¡Me había acostado con mi jefe!

Pero al menos, gracias al cielo, él todavía no lo sabía. Tenía que salir de ahí, él tarde o temprano me quitaría la máscara y la verdad no soportaría la vergüenza de mirarlo a la cara. Tenía que huir cuando todavía podía, me levanté lo más rápido que pude de la cama y busqué mi ropa interior, el sostén no lo encontré por ningún lado, decidí dejarlo, debía salir de ahí rápido. Me puse el vestido como pude y justo cuando él salía del baño, yo estaba abriendo la puerta de la habitación, me vio.

-Espera. ¿A dónde vas? –gritó.

No podía verlo a los ojos, sólo corrí, sabía que tardaría un poco porque estaba desnudo y no saldría así a buscarme. Llamé al elevador y por primera vez llegó rápido, subí y me fui directo al estacionamiento. Entré a mi auto, me quité el antifaz y me fui a casa. No me arrepentía de lo que acababa de suceder, pero no permitiría que Bum descubriera con quien se había acostado esa noche.

POV KIM BUM.

Teníamos que salir de aquel salón, el deseo que sentía por ella era incontrolable. Había alquilado una habitación en el hotel para quedarme a dormir después de la fiesta y evitar manejar en estado inconveniente. La saqué del salón de inmediato, entramos al elevador, continué besándola y comencé a acariciarla. Nunca había sentido tanta necesidad de estar con alguien, entramos a la habitación sin separarnos.

Al final la noche resultó ser más interesante de lo que esperaba. Hice el amor con aquella desconocida, ni siquiera le había preguntado su nombre pero había sido una experiencia maravillosa.

Me tuve que separar de ella un momento para ir al baño. La mujer con la que acababa de tener sexo era asombrosa, tenía el cuerpo más maravilloso que hubiera visto en mucho tiempo, su piel era muy suave y parecía ser hermosa, aunque el antifaz no dejaba ver mucho de su rostro. Estar con ella se sintió tan diferente a comparación de otras mujeres, a pesar de no haber cruzado más de dos palabras entre nosotros, sentía que podía confiar en ella.

Salí del baño lo más rápido que pude, porque al parecer mi cuerpo necesitaba más de ella. Cuando abrí la puerta, la chica estaba en la puerta de la habitación, se había vestido y parecía dispuesta a irse, en cuanto me vio echó a correr, le grité que esperara.

Debía ir detrás de ella, estaba a punto de hacerlo cuando me percaté de que estaba desnudo. Me puse la ropa interior y la túnica de nuevo y salí corriendo detrás de ella, cuando llegué al pasillo ya no estaba. Bajé al salón y la busqué por todas partes, se había ido, huyó de mí.

¿Se habíaido porque se había dado cuenta de quién era? No lo sabía, pero lo descubriría porqueno pararía hasta encontrarla.

Love Me DoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora