The Truth Untold [YoonMin]

3. No quiero ser un monstruo.

La mañana es bastante agradable. El clima es cálido pero no tanto y eso me agrada. Un día perfecto para hacer unas cuantas travesuras.

Me levanto rápidamente de la cama y voy al baño para darme una larga y relajante ducha y comenzar a arreglarme.

Al tiempo en que salgo, busco un atuendo acorde a mi amada personalidad. El idiota de JiMin únicamente tiene ropa negra y floja, pero siempre, de alguna u otra manera he logrado resolver esto.

"Por favor, déjame salir. No le hagas daño a nadie."

– Basta de joder y déjame en paz. Es momento de divertirme.

Intento ignorar la voz de este idiota y empiezo a vestirme, pero por más que quiera no puedo dejar de oírlo y mi cabeza comienza a doler. Siempre es el mismo problema.

Voy al tocador para mirarme al espejo porque el de ayer quedó destrozado y Katherine ya lo había sacado.

– Mira JiMin. –Apunto al espejo y juro poder ver su mirada asustada, lo que provoca una sonrisa burlona en mi rostro–. Si sigues molestando será peor y sabes que siempre cumplo lo que digo. Así que mejor cállate. O dime, ¿quieres que tu querida tía Katherine termine lastimada por tu culpa?

"No te atrevas a meterte con ella ni con Patrick."

– ¿Y quién va a impedírmelo? ¿Tú?

"Está bien. Ya no te molestaré pero por favor no la dañes a ella."

– Claro.

Y entonces por fin dejo de oír su horrible voz. No sé cómo puede creerme.

Por supuesto, JiMin y yo podríamos ser "la misma persona" pero prácticamente somos opuestos. Es tan tonto que cualquiera puede burlarse de él y no dirá nada; en cambio yo, no permito que nadie me vea la cara. Al contrario, digamos que vengo lo que le hacen a JiMin. Y él se queja. No entiendo cómo una persona como él puede vivir. Es por eso que yo quiero estar libre, ser yo quien lo controle todo. Este tonto ya ha sufrido demasiado.

Dejando a JiMin en segundo plano, decido terminar con mi arreglo y salir de mi recamara. Es cuando veo a Katherine, a esa odiosa mujer. No entiendo cómo JiMin puede "quererla" tanto si es tan insoportable y falsa. JiMin no se da cuenta que ella solo le tiene lastima y es por eso que lo ayuda.

– Hola cariño, ¿cómo amaneciste?

– Bien.

Noto la mirada extrañada de ella pero aun así no deja de sonreírme.

– Me da gusto, ven a desayunar.

– No tengo hambre. Mejor iré a hacer algo más interesante. –Sonrío mientras me dirijo a la puerta de la entrada.

– ¿A dónde vas? No conoces Nueva York.

– Yo no pero Alex sí.

Comienza a decir algo pero no le doy tiempo de terminar porque he cerrado la puerta.

Me dirijo al departamento de Alex y toco el timbre. Este chico es bastante atractivo, y no perderé la oportunidad de divertirme un poco, como lo hice con HoSeok.

La puerta se abre y allí se encuentra mi objetivo algo sorprendido pero rápidamente borra su expresión y la cambia por una sonrisa.

– Hola JiMin. –Saluda un poco tímido–. Adelante.

Sin objetar entro a su departamento y observo alrededor para comprobar si está solo.

– ¿Estás solo?