Mr. Blue Sky.

Prólogo

«Querido Mr. Blue Sky: 

Me pregunto en dónde es que estarás.

 El científico Cheshire me dijo que probablemente me estoy volviendo loca, pero yo en verdad no le creí. Si me estoy volviendo loca, entonces, ¿por qué no me doy miedo a mí misma? ¿Por qué será que Tom sigue entrando a mi habitación? ¿Estoy loca por escribirte cartas que jamás vas a leer?

Hace dos días me incrustaron una aguja por el talón y extrajeron mucha más sangre de la que me permito donar. Me sentí increíblemente mal, no pude sostenerme en pie. Cheshire me dijo que ese no era su problema, así que me mandó a mi habitación. Tuvieron que llevarme en brazos. Aún sigo diciéndome a mí misma que mis padres vendrán por mí muy pronto. Tal vez esto sea algo temporal, o tal vez se trate nada más de un sueño. He tenido bastantes, por cierto. Espero que esa teoría de "los sueños se hacen realidad" se cumpla, estoy cansadísima. 

Por cierto... ¡En tres días cumpliré dieciséis! Lo sé, dieciséis y aún le escribo a alguien que al parecer, es ficticio. Además, es irónico, ¿sabías eso? No me permiten salir fuera del laboratorio. ¿Cómo es que puedo verte? ¿Cómo es que me iluminas? ¿Cómo es que, después de todo, sigo creyendo en ti? Tal vez no es la cuestión de que crea en ti, sino que también creo en mí. 

Si es que puedes hacerlo, ilumíname. Mándame algo, aunque sea solo un poco positivo a mi corta vida. 

¿Puedes hacerlo, Mr. Blue Sky? ¿Lo harías? ¿Puedes, puedes hacerlo?»