MUTE [Taeny] [Completa]

2.- Una vez tú y yo, juntas las dos.

''What hurts the most was being so close, and having so much to say...'' 

       Cascada, What hurts the most.

Me sentí decepcionada. 

Me sentía decepcionada, confundida y enojada conmigo misma. ¿Cómo pude haber hecho una estupidez así? Cerré mis puños y mis ojos al mismo tiempo, esto no podía estar sucediendo.

Yo creí...

En verdad pensé que esta vez podría ser diferente. Todavía recuerdo el desastre que fue el haber actuado sin escrúpulos. Cuando sus manos comenzaron a moverse y ningún sonido escapaba de sus labios...

''Eres muda.''

Negué con la cabeza. Ya había pasado una semana de todos modos, quedado atrás. Me había enterado de ello y un cúmulo de palabras nerviosas había abandonado mi boca en forma de una tonta excusa en aquel entonces. 

Si. Me puse de pie, me disculpé (aunque en realidad ni mi voz ni mi ser manifestaron tal sentimiento) y me marché lo más rápido posible de ahí. 

Huí. 

No volteé atrás, sólo podía enfocarme en el camino adelante y en las manchas de personas con las que chocaba al tratar de pasar. 

¿Hice lo correcto... cierto? ¿O acaso yo estaba equivocada?

Sonreí y me tomé la frente. Qué broma tan más pesada...

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  —¿Tiffany?

—Hyoyeon...

Los ojos marrones más lozanos aparecieron sorprendidos al ver a la rubia de cabello corto. Ésta última ladeó la cabeza y le observó con el entrecejo alzado; después, con un seño de la cabeza, la invitó a que caminara junto a ella. 

Tiffany hizo lo pedido, sin replicar. En su lugar, se mantuvo en silencio, con la cara ligeramente gacha. 

—¿Estás bien?

—Sí... Eso creo, jajajaja.

—Hace una semana que ninguna de nosotras te ha visto en la cafetería por las mañanas. ¿Por qué? ¿Te has estado quedando dormida, Hwang? 

Hyoyeon rió un poco, tratando de aligerar el ambiente tan espeso de la otra. La castaña rió un tanto también, más por imitación que por gusto. 

—He estado ocupada. Mucho trabajo, ya sabes.

—¿No te estarás exigiendo demasiado, cierto?

Tiffany negó con la cabeza. 

—Qué puedo decir—la rubia suspiró—, se te extraña en las reuniones matutinas. No es lo mismo molestar a Sooyoung que a t...¿Pasa algo? ¿Hwang? 

Hyoyeon cortó la frase y se dio la media vuelta en cuanto vio a su acompañante pararse de golpe. El cuerpo de la más alta parecía como haberse engarrotado al pavimento, con las pupilas marrones mirando fijamente al frente. 

Los ojos miel la contemplaron, preguntándose el por qué de la repentina acción. Los ojos de Tiffany, por el contrario, tan sólo se mantenían congelados ante la vista de una persona a unos cuantos metros de distancia. 

Sentada en la misma mesa, estaba la misma pelinegra extraña.

Y como si ella hubiera sentido la mirada sobre su figura, su rostro se volteó —se volteó muy lentamente en la mente de Tiffany— y sus orbes ónices chocaron con aquellos que le veían a lo lejos.