Gracias a Olivia & Hamilton » l.s

Capítulo Único

Deben ser más o menos las 12:08 am en donde vives partner, así que espero ser de las primeras en felicitarte y obsequiarte este regalito.

Este OS, es un regalo especial para mi adorada partner Coral por su cumpleaños número veinticuatro. ¡Felicidades, preciosa! Espero tener la oportunidad de compartir tus cumpleaños físicamente algún día. Por el momento, supongo que tendré que hacerte este tipo de regalos. Espero la pases estupendo acompañada de la gente que te ama, que estas fiestas de igual forma las disfrutes muchísimo. Espero siempre tu vida este llena de alegría, sorpresas bonitas y momentos inolvidables que te harán sonreír cada vez que los recuerdes. Espero poder abrazarte algún día muy fuertemente y decirte cuanto te quiero y cuanto significas para mí. Has hecho mi vida más feliz, con tus comentarios, tu personalidad única. Nunca pero nunca dejes apagar tu luz, porque aquella te hace más hermosa. Espero que de salud, dinero y amor siempre estés con sobras y nunca con faltas. Espero que pases diez mil primaveras más y poder compartirlas contigo deseo igualmente. No soy buena para los discursos, pero de todas maneras quería hacer este abrebocas para decirte que te quiero mucho, que me alegra haberte conocido. Dios bendiga a Bratva y Disenchanted que nos unieron, jajaja. Quiero mucha prosperidad para tu vida, para el próximo año y los siguientes. Te mereces el mundo entero, partner.

No tengo en realidad muchas palabras para expresar todo lo que quiero en estas líneas pero de igual forma espero que este OS pueda representar el amor que tenemos a Larry/Houis y el inmenso cariño que te tengo. De nuevo, un muy feliz cumpleaños y que la pases magnífico.

¡Que viva el amor, que viva Larry, Ziam, Hannigram, Evak! ¡Y que vivas tú, felizmente como debe ser!

All the love as always, yours sincerely Lau.

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Todas las mañanas en la calle Drew sonaban un par de notas melodiosas despertando a gran parte de los vecinos de la mansión Twist. La señora Gutemberg sonreía cuando escuchaba el nuevo sonido proviniendo de un piano en la terraza de la habitación de Harry, se levantaba radiante para preparar su café y el de su marido, con quien se había casado hacía casi cuarenta años, una historia de amor tan longeva que aún no tenía fin, para suerte de ambos.

Con el sonido, también se levantaba el señor Williams, un general de la armada británica que había prestado sus servicios a la corona desde sus veinte; con el rostro imperturbable, dispuesto a aprovechar el siguiente día. Su jubilación apenas había empezado, se sentía muy inquieto la mayor parte del tiempo sin darse cuenta de la alegría que embargaba a su mujer e hijos por tenerlo en casa, sano y salvo.

A su vez, se despertaba el hijo único de la pareja Clifford, forasteros nacidos en Australia. Gruñía cuando el sonido atravesaba las ventanas de su oscura habitación, miraba con furia deseando que un bloque de acero cayera sobre el piano de su vecino. Se lanzaba a la cama y apretaba una almohada contra su cabeza para insonorizar su espacio personal, él solo quería dormir.

Era un barrio de gente adinerada, por supuesto. Pero habían personas de todo tipo. Gente ocupada, jubilada, agentes especiales, chefs, aventureros... Y en la preciosa esquina en una casa adoquinada, cuyo jardín era la envidia de las mujeres mayores, se encontraba la mansión Twist, el lugar donde se interpretaba el despertador de gran parte de la calle Drew. Eran una familia muy bien acomodada. La bellísima Anne se había casado con Robin Twist, un millonario cuyos negocios giraban entorno a la hotelería. Y tenía dos hijos de un matrimonio anterior, Gemma Anne y Harry Edward Styles. Robin también tenía un hijo de un matrimonio pasado, Mike Twist. Sin embargo, el joven se había mudado a Estados Unidos y hecho su vida allí.