《Escritos》

Culpa.

Culpa. Esa era la palabra clave en mi rutina diaria. Quizá porque es el sentimiento prevaleciente en mi corazón, y peor, en mi mente.
¿De dónde sale la culpa? ¿Cómo aparece? Y la pregunta más importante, ¿Cómo aliviarla?
No tengo esas respuestas, lamentablemente. Lo que sí tengo, son hilos; finos recuerdos y sentimientos que voy hilando hasta llegar a tejer muchos problemas. Cómo es poner la felicidad de otros sobre la propia, esa sí la sé. No obstante, sigo creyendo que es una locura, y quizá una de las peores.
Nacemos y somos un mundo, con nuestra propia mirada, nuestro propio dolor y nuestro propio orgullo. Si lo más importante que tenemos somos nosotros, ¿Por qué el amor nos lleva a auto quitarnos tiempo, oportunidades y alegría por otras personas efímeras?
Sin embargo, es admirable. Soportamos mucho y, a veces, sin recibir nada a cambio.
Es por eso mismo que me cuestiono, ¿Seremos seres amantes del dolor y de provocárnoslo?  O ¿Será que la culpa toma un papel importante en esto y, debido a ésta, las personas que son las causantes también lo toman?
Espero descubrirlo a tiempo, antes de pasar de ser fuego a cenizas, de profundizarme en ésta telaraña que te enrieda el corazón y tambalea la mente para soltarte en un abismo de locura, del cual es difícil escapar.

12/9/18