2. 1129 pt.1 - SeokJin

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"Entonces... ¿estás pidiéndome que vaya a ese viaje contigo porque...?"

-Porque eres mi mejor amiga, compañera, y porque te necesito en estos momentos... por favor, vamos- Me pidió, casi suplicando antes de levantarse de la mesa, dejándome con un martini a medio beber y un folleto de un lujoso hotel en el centro de una de las ciudades más salvajes del mundo, salvaje en el buen sentido, en el sentido... alegre.

Consideré por dos largos días la invitación de mi amiga para ir con ella a Las Vegas, no entendía el motivo de querer llevar a su dama de honor si podía llevar a su prometido; bien pudo ser una pre-honeymoon, pero entendí su punto después de aceptar y verme agobiada con una lista aparentemente interminable de cosas por conseguir para el día de su boda.

-¿No hubiera sido mejor traer a tu madre a éste lugar?- pregunté al bajar del taxi frente al lujoso hotel en el que nos estaríamos hospedando durante 10 días.

-Lo sería si hubiéramos ido a Inglaterra o a el vaticano, ¿traerla para ayudarme con los detalles? ¡Ni de loca!, recuerda que si no hubiera sido por Cristian y el gran cariño que mamá le tiene no tendríamos la boda en éste lugar, hubiera sido tan triste... para mi, obviamente- Se burló.

Planear una boda no era fácil, mucho menos cuando tenías que tomar un vuelo de hora y media para llegar al salón de bodas, pero ahí estábamos las dos, afinando los últimos detalles antes del gran día.

Lujoso, misterioso, excitante; si tuviera que describir el hotel en 3 palabras serían ésas. La entrada era hermosa, la recepción ni se diga; los colores contrastaban tan bien, sofás con estampado a rayas blancas y negras, pisos de mármol y mesas con diseños exuberantes; definitivamente el diseño que logra atraparte en un instante. Subimos a nuestras habitaciones para descansar un poco, darnos un baño y bajar al tomar algo en uno de los restaurantes del lugar, debía agradecerle infinitamente a Cristian, el prometido de mi amiga, por solventar todos los caprichitos de su futura esposa y no renegar en pagar los de su amiga, aunque obviamente cuando se tiene una compañía de autos tan grande como la de él supongo que el dinero no es inconveniente.

El primer día no estaba incluído en la agenda como día de trabajo, por lo que podíamos hacer con nuestro tiempo lo que nos diera la gana hasta las 9 am del día siguiente.

-Entonces... ¿Cristian vendrá en un par de días a unirse con nosotras? Con un demonio, ¿entonces por qué me trajiste aquí si de por sí el vendría- bufé. No es que estuviera realmente molesta, pero debió decirme eso antes de usar mis vacaciones para ayudarla y esperar el día de la boda. Deseaba con la vida ir a Alaska y disfrutar la aurora boreal, pero todo estaba arruinado.

-En realidad necesitaba una despedida de soltera con mi mejor amiga, y estoy más que segura que si te lo decía desde un principio me hubieras mandado a carajo. No es el mejor plan para tenerte un par de días sólo para mi pero es el más factible- se encogió de hombros y bebió su whisky hasta dejar el vaso vacío.

-Vale, vale, entiendo ¿y qué quieres hacer entonces? ¿Qué se supone debo hacer cuando Cristian llegue? Seré el peor tercio del mundo. La incomodidad se sentirá en el aire- Suspiré profundamente al pensar en lo incómodo que sería estar con una pareja antes de su gran día.

-Bueno, hay tantas cosas por hacer. Puedes encontrarte un dios griego y divertirte día y noche. Vamos... No voy a venir a decirte qué tienes que hacer, y qué sabes hacer- de nuevo ese guiño extraño volvió, ahora de una amiga ligeramente alcoholizada y con la mentalidad de <<lo que pasa en las Vegas se queda en las Vegas>> -Por ahora vamos al club a divertirnos, ya mañana veremos qué pasa- se levantó de su asiento y me arrastró al club del hotel.

Entramos a un lugar con cortinas de cristal pendiendo del techo, asientos y mesas con cobertura de piel y detalles en hilos dorados, una barra iluminada con luces led, lámparas de cristal en las mesas y paredes con luz tenue, dando una sensación de misterio y elegancia que no se podía encontrar en ningún otro lado del hotel. Fuimos dirigidas por un mesero hasta una mesa cerca de la barra, y nos dejó sin antes llevarnos un par de Cócteles, cortesía de la casa.

BTS || OneshotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora