Ella lo amaba sin saber ya por qué
Había pasado tanto tiempo desde que él tenía ojos sólo para su niña bonita.
En la foto de perfil aparecía un rostro desgastado de tanto dolor, los días de ser la más bonita, la elegida quedaron atrás.
Se había acostumbrado a verlo deambular, nervioso, como fuera de este mundo y en lugar de rabia ya le inspiraba hasta ternura que él pensara que no se daba cuenta de su aventura en turno.
Ella sabía, lo sabía muy bien, que al cerrar los ojos el se transportaba a un universo muy distante de ahí, que imaginaba caricias de otras manos, ya que las suyas estaban maltratadas de tanto trabajar para sacar adelante a la prole.
Un día ella publicó, no fue inbox, fue una declaración abierta a una amiga: "tengo mi familia, pero hay algo que no me deja ser feliz".
Su amiga le dijo: " perdona".
Eso a ella ya no le bastaba.
Ella quería recuperar el brillo en la mirada de cuando tenía 21 años, cuando el sólo se suponía que tanto la amaba.
Era tarde, el succionó de sus ojos la alegría a punta de tanta traición, desdibujó su sonrisa con sus celos enfermizos y marchitó su piel antes blanca y lozana.
Ella se conformaba con verlo distraído, el leyó el mensaje de ella a su amiga, pero su corazón de piedra se hizo indolente a tan cruel agonía .
