El Novio del Dios del Dolor

Más Que Una Superstición

No es así como se suponía que iba a ser mi muerte.

O mi presunta muerte. Todavía no estoy seguro. Esto está muy lejos de la batalla heroica contra un dragón con la que había fantaseado desde que era un niño. No es que la muerte peleando con un dragón sea algo realista en cualquier tramo de la imaginación, porque en 2017 ¿Quién creería que los dragones realmente existen?

Pero volvamos al tema principal: mi presunta muerte. En primer lugar, nunca tuve la intención de dejar de vivir a la tierna edad de 17 años. No. Soy demasiado joven. Todavía hay mucho por hacer. Todavía soy demasiado virgen para morir.

Sin embargo, en este punto de no retorno, en realidad empiezo a arrepentirme de cada cosa que nunca tuve la oportunidad de hacer. ¿Por qué no empecé a escalar? ¿Por qué me olvidé de comer ese cupcake en el refrigerador? ¡Era red velvet con queso crema!

¿Cómo nunca me había dado cuenta de que mi hermana gemela había tenido novio todos estos meses?

Cuándo miro hacia atrás en esas noches curiosamente silenciosas, me siento estúpido. Mi hermana, Forrest era la gemela ruidosa. Forrest siempre estaba con gente, hablando o riendo o chismorreando, y ni siquiera le gustaba la gente de su alrededor. Sabía que no me gustaría si tuviera hijos en la casa de Nana (porque siempre escoge lo peor del lote, no porque sea particularmente protector con ella), y es por eso que ha estado escabulléndose a la casa de su novio prácticamente tres días a la semana. ¡Incluso en las noches de la escuela!

Y mi abuela... oh, tan loca como es, la amo tanto. Sí, realmente la amo. Ella crió a los dos gemelos bulliciosos por su cuenta cuando nuestros padres desaparecieron. Ella nos cocina y nos regaña todos los días porque en su mente éramos demasiado flacos. (Bueno, Forrest nunca come mucho, pero incluso después de comer la mitad de su plato por encima del mío, todavía parece que no puede subir de peso. Es extraño.)

Cuando nuestra abuela anunció que Forrest iba a casarse con Khaol el Dios del Dolor esta noche, ambos cacareabamos. No reímos, cacareabamos. Nana siempre había estado obsesionada con lo sobrenatural. Estaba llena hasta los topes con historias y supersticiones y nuestra infancia se había llenado de ellas. Sus historias y sus conocimientos nos habían asustado cuando éramos jóvenes, pero ahora que estamos en la escuela secundaria, parecen... triviales. Un poco triste, incluso.

Porque, como ves, Nana realmente cree que nuestro linaje está directamente relacionado con una de las familias reales de la época de las antiguas dinastías. Para ser más exactos, una particular familia real que ofrece novias para los dioses.

"Eres tan especial. Eres tan especial ..." cuándo Nana dijo esas palabras, ella lo repetiría varias veces como para perforar el pensamiento en nuestras mentes.

"Los pajaritos me dijeron que vas a ser la novia de un dios, Forrest", le dijo Nana a mi hermana. "Y a ti. Ni siquiera se suponía que estuvieras aquí. Pero de alguna manera viniste a este mundo. Tú también harás grandes cosas, River", me dijo Nana.

A veces, tengo la sospecha de que Nana ama a Forrest más porque es la elegida. Ella es la novia de un dios, no yo. Por supuesto, ella es una chica y yo soy un chico, y creo que la mayoría de los dioses preferirían una novia a que un novio.

Pero eso no viene al caso. Somos gemelos, Forrest y yo, nacimos exactamente con tres minutos de diferencia, yo estoy en segundo lugar. Forrest y yo tenemos una estructura facial similar y la gente a menudo comenta lo bellos que somos.

Pero Forrest literalmente encarna la palabra "etérea"

Mi hermana es una belleza absoluta. Ella se viste con harapos y eso ya es suficiente para hacer que la gente se detuviera a mirarla y piense que está usando un vestido de diseñador de nicho. Pero ella nunca usaría harapos. Ella conoce la capacidad total de su belleza y la usa a su beneficio. Ella se maquilla todos los días, se riza el pelo y viste buena ropa. Se lleva bien con los chicos cool, y para cuando éramos mayores en la escuela secundaria, prácticamente tenía a todo el cuerpo estudiantil envuelto alrededor de su dedo meñique.

No soy tan suave como mi hermana. Tampoco tengo tanta suerte en el departamento de amistad, a menos que cuentes papel y tinta como amigos. A veces, la gente también comenta que soy demasiado bonito para ser un chico; mi mandíbula es demasiado delicada, mi cuerpo demasiado delgado, mi piel demasiado suave.

Pero dejando de lado mi parte de compasión, Forrest definitivamente ni siquiera se molesta en ponerle atención a Nana cuando se trata de esta "profecía" en particular. Forrest está más interesado en salir con el quarterback Brad que Khaol, el dios del dolor. (Puedo ver por qué). Nana quería que Forrest despejara su agenda este fin de semana para poder presentarla a su futuro novio. Forrest, por supuesto, solo se rió con su risa encantadora y dijo que sí sin ninguna intención de pensar en ello. Mi hermana probablemente pensó que nuestra abuela se olvidaría de todos modos.

Pero sé que Nana no lo hará. Nunca olvida cada detalle de sus historias sobre los dioses y nuestras familias: ella los recuerda a todos, y los repitió una y otra vez a lo largo de mi niñez y adolescencia, a veces palabra por palabra.

Así, cuando Forrest abandonó el plan de Nana y en realidad fue a un club de todas las edades con sus amigos, preparé el plan más cliché que jamás se haya hecho en el mundo:

Fingí ser mi hermana gemela.

Resulta que intercambiar identidades con tu gemelo solo cuenta como lindo cuando eres más joven. Porque cuando lo hago ahora, frente a mi Nana, que cree genuinamente que es necesario todo un ritual para presentarme al Dios del Dolor, me doy cuenta de que hay enormes consecuencias.

Porque en el momento en que ella derrama el agua mágica, pone el túnicas nupciales a mi alrededor, y las antiguas palabras salen de su boca, todo mi cuerpo comienza a convulsionar. Todavía en la peluca de mi hermana, caigo al suelo, en silencio, con un dolor terrible, y lo peor de todo, comienzo a perder el conocimiento.

Seriamente. No es así como debía suceder.