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Corrió por las calles de Seúl con el desayuno casi en la boca, pensando que sin duda era demasiado temprano para correr. Pero si llegaba tarde a una reunión donde pensaba retirar su idea fantástica sin duda quedaría aún peor. 

      Debía poner el jodido reloj en hora. 

      Llegó al edificio casi sin respirar cogiendo tanto aire como podía en cada respiración. 

      —Min, buenos días. —Escuchó a sus espaldas, reconociendo de inmediato esa voz. 

      Se giró a verle, aún algo torcido por su dolor en el costado. 

      —Oh, ¿has venido corriendo? 

      Asintió, seguro de que no podía coger suficiente aire como para hablar. 

      —Oye, no tienes miedo escénico ¿verdad? —Seokjin lo miró atento, esperando la respuesta rápida. 

      Negó con la cabeza, confuso por los fines con los que el pelirrosa usaría esa información. 

      En cambio, el mayor sonrió. 

      —Bien. Vamos, la reunión va a empezar. 

      Gruñendo se arrastró por la alfombra hasta el ascensor aún algo dolorido. No solía correr con aquella intensidad. La verdad dudaba alguna vez haberlo hecho desde que acabó secundaria. 

      Siguió al mayor algo vago, deslizando los pies por la moqueta rojiza hasta llegar a la sala de reuniones. Los mismos hombres de la última vez, que Yoongi recordaba perfectamente, además de algún otro que juró nunca haber visto, estaban sentados en la mesa ovalada murmurando cosas. 

      Sabía que aquella reunión era en realidad para hablar sobre el álbum y el tour de Seokjin, además del debut de Jungkook, pero su idea se había colado como una mosca entre las conversaciones importantes de aquellos hombres adinerados. Namjoon se sentó lejos de todos ellos, repelido por el olor a asquerosamente rico. 

      Jungkook entró tras él, sentándose en una silla junto a su Hyung. 

      Yoongi optó por la silla al otro lado de la mesa, lo que lo hizo sentir como en un interrogatorio. 

      —Bien, ¿cómo ha ido, Jin? 

      El aludido bajó la cabeza sin mostrar mayor molestia, antes de dirigirse al CEO. 

      —No he conseguido tocar la melodía debidamente. Pero creo que hay otra alternativa. —Yoongi levantó la cabeza para mirar al mayor, que miraba tajante a su superior. 

      —Y ¿de qué se trata? 

      Todos los hombres repletos de joyas caras y con trajes a medida observaron al pelirrosa, esperando escuchar aquello por lo que estaban pagando. 

      —Min pondría subir conmigo y tocar toda la canción. Algo así como un dueto piano-voz. La atención no se centraría solo en mí y tendría una referencia en el escenario. 

      El azabache lo miró con la boca abierta, esperando que dijese que era una broma. 

      ¿Él en el escenario? 

      No podía negar que era una idea que le emocionaba de sobremanera, pero no  tenía todos los conocimientos que debía ni un tiempo de entrenamiento de habilidades artísticas que debía usar sobre el escenario antes de subirse a uno. 

      —¿Min? ¿Quieres que un becario suba al escenario contigo durante un comeback? —El manager frunció el ceño en total desacuerdo. —Si tu idea es que alguien suba y toque el piano, tenemos especialistas. 

Star °°Yoonjin°°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora