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Yoongi intentó aplicar toda su capacidad cognitiva en la música que estaba produciendo, pero una parte de sus pensamientos se desviaban irremediablemente hacia Seokjin y a si el estúpido Jaebum le habría encontrado. 

      Se sentía estúpido cuando notaba el nudo que se formaba en su estómago al pensar en Seokjin y Jaebum juntos. No tenía derecho a estar celoso. Ni siquiera sabía lo que tenían. Casi se convertía en otra persona junto a Seokjin. Parecía que a su lado hubiese olvidado todos los valores que se había autoenseñado para no salir lastimado por distracciones estúpidas y poder perseguir su sueño. Sin embargo, junto a Seokjin las palabras se deslizaba por su lengua automáticamente, sin filtros, sin considerar lo débil que se veía ante el mayor. 

      Agitó su cabeza e intentó volver a concentrarse en su tarea. Presionó el play de nuevo y dejó que la melodía inundara sus oídos. Se recostó en la silla y dejó que la música fluyen a por su cuerpo cerrando los ojos. 

      Cuando lo que tenía hecho de la canción acabó, unas únicas palmadas, casi como un aplauso solitario, comenzaron a sonar desde la puerta. Yoongi se giró sobresaltado y observó a Bang Sihyuk devolverle la mirada con una sonrisa pícara. 

      —Nim. —La voz de Yoongi tembló, pensando que podía estar en problemas por utilizar los recursos de la compañía para sus propios fines. —Lo siento mucho, no había nadie aquí, y ya terminé todo por hoy así que... 

      —No, no. Tranquilo, Min. Está bien. 

      El cuerpo del becario se tranquilizó ligeramente hasta recordar que era su jefe el que estaba delante de él. Yoongi tomó una posición más formal con las manos a la espalda y le miró algo nervioso. 

      —¿Necesitaba algo, Nim? 

      —Eso sonaba increíblemente bien, Min. 

      Yoongi frunció el ceño confuso por si las palabras que había oído. Giró su cabeza hasta mirar el ordenador con el que había estado trabajando la última hora. 

      —Yo... Solo es una canción. 

      —¿La has compuesto tú? 

      —Sí, Nim. 

      —¿Eres tú quien rapea? 

      —Sí, Nim. 

      Sihyuk se apoyó en el marco de la puerta de brazos cruzados aun con su sonrisa socarrona, mientras el azabache movía los ojos sobre el hombre y el ordenador algo nervioso. 

      —Termínala. 

      El becario movió sus ojos hasta su jefe algo atónito, cuya sonrisa ahora era sincera. 

      —Y cuando lo hagas, tráemela. ¿Tienes más canciones así? 

      A Yoongi le costó un momento encontrar su voz. 

      —Sí, Nim. 

      —Bien, estoy seguro de que podemos hacer algo con eso. Buenas noches, Min.

Star °°Yoonjin°°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora