El único motivo para esta sonrisa en mi cara,
Te has convertido en páramo para todo ángel sin alas,
Te paras silenciosa, mientras noto tu descaro,
Noto el disparo de tu presencia y dejo que me invada,
Tu ausencia es mala para un niño que ya no confía,
Te animo a encontrarnos en esta simple melodía,
Puras algarabías por mi cabeza se estremecen,
Pasan los días mientras me juzgan como jueces,
Le pido tiempo al tiempo para que me dé tiempo a verte,
Pero el cuaderno me implora que deje de mencionarte,
Imposible hacerlo pues sin ti encuentro la muerte
Y cuando hablo de ti en mi cuaderno sale arte,
¿Escuchas eso? ¿Has escuchado como truena?
Son mil mariposas subiéndome por las venas,
¿Lo notas? ¿Notas como quema?
Son mis ganas de verte impulsadas por la pena,
Cada noche miro al cielo y medito en el vasto universo,
Solo pienso en que te quiero y en recordarte en cada verso,
Me centro en cada línea, en cada parrafada,
Me conformo como un loco el cual no quiere saber nada,
Si temo viviendo y a su vez vivo temiendo,
Me rio estando llorando y lloro si estoy riendo,
Amaré vivir mientras viva amando tanto,
Odiaré seguir si por mi culpa un día te espanto,
Soy como aquel payaso, feliz con mi maquillaje,
Roto por dentro, cargando con todo el equipaje,
Con poco octanaje de combustible en mis pulmones,
Hago que mis cuerdas vibren buscando mil soluciones,
Busco la felicidad en cada línea, en cada frase,
Rodeo tu cintura y me fundo en tus compases,
Seré como aquel árbol arraigado por el tiempo,
Abrigado en el olvido del más ilustre lamento.