CASTIGO

1.7K 75 97
                                    


DISCLEIMER: Esta historia le pertenece a Aleksei Volken, yo solo la adapto al TaeNy.

----------X-x-X-x-X----------




-¡¿Cómo que prepárense para recibir a la "Gran Mariscal"?! ¡¿Es que acaso has perdido el juicio padre?! ¡Nadie! ¡Ni siquiera "las Kim" pueden venir a nuestro feudo sin avisar! ¡Y mucho menos de una forma tan desleal, impositiva!... ¡Kim Taeyeon no es la Hegemon del Imperio Belka! ¡Esto es una agresión en toda regla!-

Bae Jinki estaba casi completamente fuera de sí, caminando de un lado para otro en el pequeño pero acogedor espacio que su padre usaba como sala de recepción en la fortaleza de Glatisan.

Apenas esa mañana el hermano mayor de Hyomin había recibido un mensaje avisándole de la "intempestiva visita" de la Heredera del Trono Belka. Y ni siquiera por parte de una fuente oficial. Dinsmark no se había dignado a enviar uno de sus magníficos halcones todavía. No, había sido a través de una humilde secuencia de palomas mensajeras que la red de espías que Jinki mantenía, le había hecho llegar.

Y la misiva ni siquiera indicaba cuando llegaría la bien amada heredera. El aviso urgente solo decía que Taeyeon, junto con una escolta, fuertemente armada, se dirigía en misión oficial hacia Glatisan.

Tan pronto tuvo el mensaje en sus manos, Jinki corrió a encontrar a su padre para pedirle que se prepararan casi como si fueran a sufrir un ataque y en esos momentos se encontraba despotricando contra la familia Real mientras el regente de Glatisan lo miraba con rostro inescrutable desde su sobria silla de madera tallada.

Jinki era la versión masculina de Hyomin; alto, esbelto pero musculoso, de cabello oscuro y mirada penetrante. Y ambos era la viva imagen de su padre o al menos, de lo que había sido cuando joven.

Bae Changmin, quien había luchado mucho tiempo bajo el mando del Hegemon Shin Hyesung y después, al lado de Kim Yunho cuando este ascendió inesperadamente al poder; ya no era un hombre joven cuando Yunho literalmente lo había obligado retirarse y prácticamente, obligado a formar una familia y vivir simplemente, para disfrutar del fruto de sus luchas.

En esos momentos, Changmin ya no lucía una orgullosa melena oscura como la de Jinki sino que su cabello era totalmente blanco y lamentaba no haber tenido hijos a una edad más temprana. Todavía fuerte y correoso como un árbol, Changmin estaba considerando con toda seriedad si debía azotar personalmente a su hijo por sus comentarios, mandarlo a azotar para no cansarse o tratar, una vez más, de razonar con él.

"Oh Dioses, ¿en que he fallado tanto?" se preguntó mientras continuaba escuchando la retahíla de argumentos de Jinki.

Solo el pensamiento de que Hyomin estaba en Dinsmark cumpliendo un importante deber como él lo había hecho en su momento aliviaba un poco su corazón de la terrible decepción que Jinki significaba.

-Jinki... Jinki...- lo llamo con firmeza un par de veces hasta que su hijo se detuvo a mirarlo. -¿Estas consiente de que lo que tenemos como Principado es gracias a lo que el padre de esa que tu llamas "advenediza," hizo por mí?- pregunto con tristeza aunque ya se imaginaba lo que Jinki iba a contestar.

-Padre... tú dejaste ¡más de la mitad de tu vida en las luchas y guerras del Hegemon!... Mereces todo lo que te ha sido dado y mucho más... Pero las Kim no son merecedoras de todo lo que les ha sido dado. ¡Otros han derramado su sangre por ellas!-

-¿Y de que te has hecho merecedor tú?- insistió Changmin. Jinki pareció desconcertado por unos momentos. No podía creer que su padre le estuviera haciendo semejante cuestionamiento.

Ahora y para Siempre (TaeNy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora