En el silencio de la noche.

CAPÍTULO 1: Calle Santo Tomás N° 8.

DÍA 1

Me levanté y me dirigí hacia el "trabajo" (como yo lo llamo) sobre las 7:30 a.m. y me crucé a un chaval de pelo negro, alto, con una mochila de color gris oscuro. Apenas me miró, ya que caminaba con su vista fija en el móvil que tenía entre sus manos, pero yo me fijé muy bien en él (tengo una gran capacidad para memorizar a la gente): su pelo liso y largo ondulada con el viento y el olor a su colonia me hizo cambiar de dirección y empecé a seguirle. Sonreía de vez en cuando a la pantalla de su móvil, totalmente absorto de la realidad. El chico se dirigía al instituto y por su manera de resoplar al ir atravesando las puertas de este, diría que se trataba de un estudiante que llevaba algunos años allí metido, también por la barba que adornaba su rostro se podría deducir la edad: 17 años. Me fui a mi "trabajo" y ese día salí antes para estar a la hora que se supone que se sale del Instituto en la puerta, y poder de esta manera seguir al chico hasta su casa para tenerlo controlado. Hice como que esperaba a alguien y cuando el chico salió espere unos segundos para irme detrás de él, como si la persona que yo "esperaba" no estuviera. El chico caminó hasta la primera esquina y dobló a la izquierda, siguió caminando un poco más hasta el número 8 de la calle Santo Tomás. Yo seguí hacia delante para que no sospechara que lo seguía y doblé la esquina para dar un pequeño rodeo y coger el camino a casa. Ya tenía víctima. Por lo pronto sabía donde estudiaba y donde vivía, y también su edad aproximada. Pero esto sólo acaba de empezar: aún necesito saber su nombre, asegurarme de su edad, saber si tiene amigos, novia, si estudia, si no lo hace, tengo que saber también qué le gusta y que no...TODO, pero sobretodo tengo que saber: QUÉ LE DA MIEDO. Tengo que saber esto último porque el miedo es la mejor forma de manejar a alguien, de hacerle sufrir psicológicamente. Me gusta jugar con los miedos de la gente y observar cómo se les descompone la cara cuando sienten su miedo muy cerca. Pero antes que nada debo ganarme la confianza de este chico y ya sé cómo empezar...

DÍA 2

Voy por el mismo camino que ayer, a la misma hora, con la intención de encontrarme al chico de ayer. Cuando llevo un rato caminando me lo cruzo de nuevo, pero esta vez hago como que me tropiezo y se me caen "por accidente" algunos cuadernos ( típico de las películas románticas, pero lo que él no sabe es que esto tan sólo es para atraparlo). Él se agacha a ayudarme y me pide perdón, le digo que no pasa nada y a continuación le digo mi "nombre" (falso, por supuesto); él me dice el suyo y me dice que se tiene que ir, que llega tarde. Se va y yo ya sé su nombre: Daniel. Ahora sólo me queda coger confianza con el, que se fíe de mí, y así poder atacarle de cerca... Por lo pronto investigaré qué sitios frecuenta e iré a ellos para encontrarmelo a propósito; más tarde empezaré con las cartas...

-Aclaracion-

Las cartas las utilizo desde hace tiempo para que mis victimas sepan que las sigo de cerca, que no estan seguras en ninguna parte y que al mas minimo truco para delatarme las puedo matar. Son una forma barata, sencilla y eficaz de control psicológico, y ademas, me divierte escribirlas.

VARIOS DÍAS MÁS TARDE...

He descubierto que este chaval va la mayoria de fines de semana a un local con un amigo, alli consumen dos o tres bebidas (sin alcohol, por lo visto). No parece un chico problemático...Mejor. No suele salir con mucha gente, solo con ese otro chico. Novia esta claro que no tiene, ya que si no la hubiera visto con el en estas semanas. Como su vida parece bastante monótona y aburrida he pensado que tal vez este frustado o reprimido por ello y tal vez describa sus sentimientos en textos, en un intento por desahogarse (aunque esto ya es mucho suponer). Deducido esto, voy a cambiar el plan: pasare directamente a las cartas.

-Carta Primera-

Hola Daniel, vengo a informarte de que en tu vida van a cambiar varias cosas, cosas importantes que al principio creeras insignificantes. Aquellas personas en las que confias...Tal vez deberias conocerlas mejor y asegurarte de que son de fiar. Tu a mi aun no me conoces, ¿o si? No te preocupes, mas adelante lo sabras, no tengas prisa. Por ahora no te puedo decir nada sobre mi, pero te dire que si tu vida cambia (y cambiará), la culpa sera mia. Con esta carta te dejo que reflexiones y te pido que tengas en cuenta que sé que vives aqui, que se tu nombre, tu edad, sé donde estudias, sé quien es tu amigo mas frecuente...Y por saber, sé hasta que movil tienes y de que color es. Asi que no comentes nada de esta carta a nadie, esto queda entre tu y yo; y ahora te dire algo mas: soy alguien que va a matarte, sin que nadie pueda evitarlo, sin que nadie me descubra.

Tendras mas noticias mias. Atentamente.

Tu Pesadilla.

Primera carta lista, ahora voy a llevarla a su destino porque el chico llega a su casa a las 20:00 y son las 19:30.

Mientras me dirijo al numero 8 de la calle Santo Tomás, voy pensando en el plan: llego a las 19:45, meto la carta por debajo de la puerta y me paso a la acera de enfrente, me siento en un escalon desde el que pueda visualizar el cuarto