●capítulo 4●

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—¿Cómo te ha ido en la escuela Tae?— habló mi madre mientras comía de su plato.

Él sonrió —muy bien señora Lee.

–Si ma, nos portamos muy bien— dije sonriente.

—¿Nos portamos?— dijo Tae de forma burlona —querrás decir me porto— soltó una corta risa.

Mi madre rió —¿en serio Tae?

—Claro que no, yo siempre soy buena en la escuela— dije simulando estar indignada.

Tae asintió con una pequeña risita —Malai tiene razón, ella es muy buena y obediente en la escuela.

—Que bueno— mi madre asintió con una sonrisa.

Terminamos de comer, así que Taehyung y yo subimos a mi cuarto para hacer unas tareas que teníamos.

—Malai—me llamó.

—Dime— lo miré con una sonrisa.

Tenía la vista gacha —¿yo soy tu mejor amigo?— sonaba dudoso.

Me acerqué a donde él estaba —Si, ¿por qué?

Taehyung me miró a los ojos —¿por qué no me has dicho quien te gusta?

Estsba sorprendida por su pregunta —Ah es que yo... ammm... yo...

Él sonrió un poco —tranquila, entiendo sino me quieres decir.

—Es que no siento ese sentimiento por alguien aún— dije dudosa.

—¿Segura?

Asentí—si, es extraño pero-

Me interrumpió —no es extraño, no importa que no tengas aún ese sentimiento por alguien, Mali— sonrió de manera comprensiva y cálida.

Asentí —bueno, gracias por entender Tae.

Taehyung se fue al poco rato a su casa y yo me quedé terminando mi tarea.
Él no quería irse aún porque mi papá llegaría en cualquier momento.
Dirán... ¿que tiene que tu papá llegue? Pues tengo una larga historia...

Todo comenzó desde que tenía 12 años. Mi papá siempre ha tomado hasta el punto de embriagarse y eso lo vuelve bastante agresivo.
El punto es que desde mi adolescencia mi padre me ha golpeado al igual que a mi madre.
Yo oculto todo ese dolor y sufrimiento en una simple sonrisa que todos creen que es sincera, pero lo que no saben es lo que escondo tras ella.

[...]

Terminé mi tarea y al poco rato me quedé dormida sobre mis libros en mi cama.
Hasta que sonó un grito muy fuerte que me despertó. Al principio creí que yo estaba soñando, pero después volvieron a gritar, entonces supe que era un grito de mi mamá.

Corrí por las escaleras y al bajar me encontré con mi mamá tirada en el suelo llorando.

La miré un tanto asustada —mamá— corrí hacia donde estaba ella y la ayudé a levantarse —¿qué te pasó?

—Tu padre...— ella no paraba de llorar.

—Tranquila— la abracé —dime ¿que te hizo ahora?— le susurré.

—Volvió ebrio y me golpeó— le costaba hablar por los sollozos —se fue enojado de la casa, y dijo que volvería a por a ti también.

No iba a mentir, estaba asustada también por lo que me pueda pasar a mí —tranquila mamá, vamos al cuarto a descansar, no te preocupes por mí.

La llevé a su cuarto y se acostó, se durmió al poco rato y yo volví al mío.

Estuve leyendo unas cosas de la escuela, y cuando se escuchó la puerta principal abrirse, lo ignoré por completo, pero después...

—¡MALAI!— escuché los gritos de mi padre.

—¡¿Si?!— dije temerosa —por favor no— susurré para mí misma.

—¡BAJA AHORA!— no paraba de gritar y sabía que sino bajaba, mamá despertaría y todo empeoraría —¡RÁPIDO!

Bajé lentamente.
Siendo sincera ya sabía lo que me esperaba, pero no quitaba el que tuviera el miedo hasta la garganta.

Mi padre me miró con rabia y enojo —¿qué no escuchaste que bajaras rápido?

Asentí lentamente con la cabeza —si escuché, papá— pronuncié la última palabras con enojo y repugnancia.

Él me alzó la mano, pero yo la detuve con todas mis fuerzas a pesar de que estuviese temblando —¡¿qué estás haciendo?!— me gritó en la cara.

Comencé a llorar de la rabia —¡déjame ya!— ahora ya no me importaba el ruido que pudiese causar. Yo le grité como él lo hacía también —¡maldita sea, déjanos ya, papá!

Sin dudas, él tenía mucha más fuerza que yo, por lo que le fue fácil quitar mi mano de su agarre —¿quién te crees que eres? ¡YO SOY TU PAPÁ!— gritaba tan fuerte que hacía que me asustara mucho más de lo común —¡MALDITA ESTÚPIDA! ¡ERES UNA NIÑA MALCRIADA! Pero ya verás que yo te voy a educar...— volvió a alzar su mano, pero el movimiento fue más rápido haciendo que me diera una gran bofetada.

Toqué mi mejilla. Esta se sentía caliente —¡púdrete!— escupí la palabra con odio y dolor.

Me jaló con fuerza del cabello —¡REPITELO!— me gritó aún más molesto.

—¡Dije que te pudras!— le pegué en su entrepierna de una patada haciendo que me soltara para quejarse y aproveché para correr hasta la habitación de mi mamá.

Cuando llegué puse seguro por dentro y para mi sorpresa mamá ya estaba tirada en una esquina llorando.

—Tranquila mamá, no pasa nada— me acerqué lentamente y la abracé.

Comenzó a tocar la puerta con fuerza e insistencia —¡ABRAN, MALDITA SEA!

—¡Lárgate ya!— dije a gritos.

Pasaron unas horas y mi mamá y yo seguíamos en la habitación, solo que ella estaba durmiendo en la cama, yo solo estaba acostada porque no podía dormir para nada.

𝕂𝕖𝕖𝕡 𝕞𝕖 𝕒𝕨𝕒𝕪; 𝕋1; 𝕀𝕞 𝕁𝕒𝕖𝕓𝕦𝕞 [𝕁𝔹] [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora