Mentira de hermanos

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Al ir de camino al baño, analicé los pasillos y las aulas, todo estaba muy silencioso hasta que un grito lo interrumpió

-¡Señor Kensingthon!-escuché un grito ahogado que provenía de la dirección.

-¡¿Ehh?! Ahh, ¿si, secretaria Ada?-dije algo aturdido caminando hacia la dirección.

-Olvidé darle la llave de su casillero-dijo mientras me tendia la llave-Tenga, señor Kensington.

-Gracias-la tomé mientras volvia hacía el baño.

El baño, era algo...masculino:sanitarios llenos de papel higiénico, lavabos con moho, espejos rayados y puertas rasgadas. Me dirigí hacía los lavabos cuando oí un golpe de uno de los sanitarios, la puerta estaba entreabierta, caminé lentamente hasta estar lo suficientemente cerca como para abrir la puerta, coloqué mis dedos entre aquella abertura, abrí la puerta de un jalón para encontrarme con lo que estaba dentro de aquel sanitario

-¿¡Qué!? ¿¡Qué m*erda estan haciendo!?-grité mirando a los gemelos -Frederick y Patrick- besandose!

-Ohh! Jhon! ¿Qué haces aqui?-me preguntó Frederick algo sonrojado mietras se alejaba lo mas posible de los labios de su hermano.

-Pues vine a lavarme la boca...-admití mientras me dirigí a los lavabos para mirar como estaban mis labios, ahora estaban mas rojos que antes.

-Ahh, ¿puedes guardar nuestro..."secreto"?-me preguntó Patrick en tono de súplica para que callara lo de ellos.

-Esta bien, pero a la otra cierran bien la puerta, ¿okay?-bromié para que cambiara el silencio incomodo del baño.

-Gracias -Gracias-dijeron los dos al mismo tiempo al salir del baño.

Volví al lavabo, me mojé las manos y me limpié los labios, me sequé con una toalla y fuí de nuevo al aula. Ya estaba vacía cuando entré en el aula, solo estaba Michael en la puerta y me dijo:

-Ya es receso, tardaste mucho, ¿que estabas haciendo allá?-me dijo Michael algo preocupado.

-Oh, es que...es que no encontraba una toalla para sacarme la boca-no sonaba muy convencido, pero creí que fue suficiente para Michael.

-Ah, aja si, ¿y por qué no te secaste con la manga de tu sudadera?

-Emm...por que...-una llamada de las bocinas me salvó...o casi.

-Señor Kensington, favor de pasar a dirección-dijo la voz de la secretaria Ada.

-Oh, me llaman, luego nos vemos-me despedí de Michael mientras caminaba hacia la dirección.

Todas las miradas se clavaban en mi, todos me veían como si ubiera asesinado a alguien.

Vi a Frederick y a Patrick por el vidrio de la puerta de la oficina del director, estaban sentados en las sillas de atras del escritorio, tenían moretones y rasguños en la cara y en los brazos.

-¿Si? Oí que me llamaban-le dije a la secretaria Ada.

-Ah, ¿Kensington, verdad? El director le espera en la oficina.

-...Gracias-dije mientras caminaba a la oficina del director.

-Buenos días, director-lo salude y Patrick y Frederick me lanzaron unas miradas asesinas.

-Buenos días, señor Kensington, tome asiento por favor-dijo mientras me hacía un gesto con la mano para que me sentara.

-Gracias, ¿para que me llamó?

-Sus...compañeros, lo acusan de algo que no se puede hacer llamar como "cosas de adolescentes"

Su tono retumbaba en mi mente, estuve callado por unos minutos, hasta que al fin pude conestar.

-¿Y de qué me acusan?

La cara del director se transformó, creo que le pareció una respuesta boba, estuve callado por mucho tiempo como para pensar en otra cosa mas inteligente.

-Ellos dicen que los...amenazaste a que, si no se...besaban, los ibas a golpear -el director hizo una pausa incomoda, y sonaba muy convencido de lo que decía-se besaron, y como no quedaste satisfecho por aquel beso que viste entre ellos, decidiste besarlos a los dos, y después los golpeaste ¿es verdad eso?

-¿¡Qué!? ¡No! Eso no es cierto-me enojé tanto que me levanté de la silla y le dí un manotazo a la mesa.

-¡No! Por favor no nos vuelvas a pegar-chilló Frederick al ver mi reacción.

-¿Ve? Los tiene traumados.

-Estan fingiendo, director. ¡Eso que le dijeron es una calumnia!

-Esta bien, tranquilize, señor Kensington, si no quiere que lo suspendamos ni que llamemos a sus padres, tal ves podemos llegar a un acuerdo-dijo el director entrelazando los dedos.

-Lo escucho-dije acomodandome en la silla.

La historia de mi FinalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora