La perdición en persona.
No recuerdo como y cuando carajos, llegue al apartamento.
Tengo una migraña insoportable y no quiero nada más que invernar junto a mis amados libros.
Decido cumplir con mis necesidades fisiológicas para luego serle fiel a mi amada cama.
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Terminó de cepillar mis dientes, cuando unos ojos café oscuros invaden mis pensamientos y recuerdo aquel cruce de miradas que me hizo sentirme inmiscuida y atontada.
De repente siento que el monstruo que tengo por estomago comienza a rugir y es señal que tengo que alimentarlo, busco en la nevera y … no hay nada. Bien, tendré que salir a buscar que comer porque sino soy capaz de devorarme a mi misma con el hambre que me cargo.
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-Mi contextura es normal, ni delgada ni muy rellenita, estándar diría yo. Piel trigueña con una estatura promedió. No me quejo al menos así paso desapercibida sin nadie obstaculice mi rutina y ritmo de vida, pues me gusta la forma en que me he organizado.
Luego de haber comido por diez, paso husmeando por la librería para ver si algún libro llama mi atención, paseo por cada estantería tratando de localizar alguna temática que me cause curiosidad y no hoy no halle nada interesante.
Recorro a pie hasta el apartamento y creo que tengo alucinaciones, porque creo ver a aquel chico de mirada radiante, llegando a la conclusión que estoy perdiendo señal con el satélite llamado rutina.
-hmmm hola?
-hmmm qué?
-se te perdió algo en mi rostro, porque llevas tiempo observándome.
Oh no lo puedo creer estoy tan loca que ahora creo que me ha hablado, sigo a paso lento y con mi mente confundida hacia mi hogar.
Vuelvo a ver hacia atrás y no lo puedo creer si es la perdición en persona haciéndome señas con su mano “adiós”.
Si, en definitiva estoy perdiendo señal.
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Fuera de sintonía
De Todo"Día a día me pregunto si soy consiente del estilo de vida que he tomado." Próximamente.