Capítulo 17.

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Vi llegar a Clara y me levante, resignado, ya que no sabía que cojones estaba haciendo allí, en que momento habría aceptado su invitación.

Nota mental: no pensar que arreglar las cosas con la gente, siempre, no es una buena opción.

Bueno, no sabía si iba a merecer la pena, ahora veríamos.

-Hola Alex.- me dice y se acerca, intentando darme dos besos y yo me alejo seco.

-Hola Clara.- digo seco y ella baja la cabeza, un tanto decepcionada.

Me da igual que se decepcione, no voy a dejar que me de dos besos cuando intento besarme y/o hacer cosas serias conmigo, me entendéis.

-Mira...- dice suspirando-. Lo siento, lo siento muchisimo, lo hice sin pensar... bueno, sí pensaba, pero es que joder Alex, me gustas desde siempre, y verte siempre con Alice feliz me dolía porque quería que fueras feliz conmigo, porque te quiero y siempre te querré.

-¿Y por eso ves una oportunidad de tenerme en una fiesta borracha?- dije a modo de critica.

-¡Joder Alex! ¡Lo siento!

-No lo sientas, no vas a hacer por sentirlo que no haya sucedido, ¿o qué pensabas? ¿qué pidiendome perdon te perdonaría?

-Pues sí... esperaba eso.

-Vale, te perdono.

-¿De verdad?

-Sí, te perdono, pero dejame en paz, no quiero saber nada más de ti, ¿vale?

-P-pe-pero...- dijo tartamudeando y con una expresión triste y unos ojos al borde de lagrimas, puede que me haya pasado, pero tenia que ser duro.

-Las cosas son así. Adiós Clara.

Y con las mismas me fui, dejandola allí, me giré al haber andando un poco y vi como se sentaba en el banco, mirando a la nada, seguí mi camino y me fui hacía mi coche, lo mejor sería ir a mi casa y correr un poco para despejarme, cuando llegué a mi casa le mande un mensaje a Marta citandola para ir a correr y salí hacía el parque.

-¡Hola Alex!- me grita una sonriente Marta, y gracias a ella todos los problemas acumulados se me pasan.

-¡Marta! ¿Qué tal estás?

-Muy bien, ¿y tú? Espero que estés bien.- me dijo sonriendo y empezando a caminar, siempre haciamos lo mismo, caminabamos un poco para poder hablar, corriamos y después descansabamos, hablando.

-Bueno, he tenido momentos mejores, pero eso ahora no importa... oye, ahora que me acuerdo, ¿qué te pareció la fiesta?

-Ahh, me encantó, estuvo genial, Claudia es una chica majisima, podríamos quedar un día juntos, si ella quiere, claro.

-Sí - dije animado por la idea.- Estoy seguro de que le encantaría la idea.

-Y... ¿es la chica que te gusta, no? -me dijo mirandome con una sonrisa complice, mi cara cambio radicalmente y ella se río por mi expresión.- Creo que he acertado.- dijo riendo.

-Ehh... no...- dije rascandome la nuca un tanto nervioso por el tema.- ¿Y qué te pareció Jorge? - dije para cambiar de tema.

-¿Jorge? Es muy gracioso y simpático, me cae bien... -dijo con una leve sonrisita.

-¿Caerte bien? -dije levantando una ceja riendo por la idea de que a Marta le gustará Jorge.- Y... ¿te parece guapo?

-¿Qué? - Marta empezó a sonrojarse violentamente.

-¡Dioooos! ¡¿Te gusta!? -dije gritando emocionado, señalandola con el dedo y sonriendo.

-¡Nooo! No le conozco, no me puede gustar.- me dijo mientras me bajaba la mano y me daba un leve golpe cabreada.

-Pero podrías conocerle.

-Cállate.- me dijo dando un golpe y echando a correr, la conversación y la diversión habían acabado.

Terminamos de correr después de unos tres cuartos.

-Bueno Alex, ¿nos vemos mañana?

-Claro, mañana nos vemos.- le dije con una sonrisa.

-Hasta mañana.- dijo despidiéndose de mi con la mano.

Me dirigí hacía mi casa, y pensé en Jorge y en Kike, seguían peleados, tenían que arreglarlo, llamaría a Kike esa noche.

-Hola mamá.- dije dándole un beso en la mejilla.

-Hola cariño, ¿qué tal la tarde?

-Puff, matadora, iré a darme una ducha y a prepararme para mañana ir a clase.- dije y dí un gran bostezo, mitad verdad, mitad exagerado.- Que hay demasiado cansancio.

-Duermete pronto.- dijo mi madre riendo.

-Claaaaaro mamá.- dije exagerando la "a" y subiendo hacía mi cuarto.

Cogí mi teléfono y llame a Kike.

-¿Diga?

-Kike, ¿qué tal?

-Ei Alex, ¿qué pasa?

-Nada, quería saber como estabas, con el rollo de Jorge y todo eso.

-Bueno... estoy bien, hablamos ésta mañana.

-Vaya, ¿y de qué?

-Nos hemos pedido perdón mutuamente, yo por lo de Teresa y él por haberse enfadado conmigo.

-Pero... ¿te sigue gustando Teresa?

-Sí, y Teresa me dijo de quedar.

-¿Y eso Jorge lo ve bien?

-Eso es lo raro, que me ha animado a decirle que si, me ha dicho que el por Teresa nunca ha sentido nada, que era un simple capricho.

-Vaya, eso es que habrá encontrado a otra.

-Eso mismo pensé yo, pero bueno, da igual, lo importante es que ya estamos bien.

-Sí, ya volvemos a ser los de antes.

-Exacto.- oí risas por el teléfono y me reí con él.

-Bueno, te dejo que voy a darme una buena ducha, mañana nos vemos.

-Vale, hasta mañana.

Colgué y me fui hacía la ducha, ya tenía dos cosas solucionadas, el día no había sido tan malo como pensaba.

La otra cara de la vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora