♧♢fotos♢♧

17 1 0
                                    

Hi

Gracias por seguir esta historia, me alegra mucho.
Esto nació de un roleo con un chico muy tierno, así que lo quise plasmar como una historia, a pesar de que ya no hablamos :')

Sin más que decir, ¡a leer!

☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆

Miro por la ventana de la estancia, sentada en un cómodo sofá color gris perla, tan suave como la seda, pero no lo era. Llevaba unas cuántas horas con Felipe, pero aunque no me molestara, aún es diferente, no del sentido malo, sino del que es nuevo, tan diferente que no sabría como explicarlo. Hago girar entre mis manos una deliciosa taza de café, fijando mi atención a la ropa que llevo puesta -ya pronto estará lista la cena-  El dice desde la cocina, cosa que inevitablemente me hace sonreír, había sido una tarde muy divertida, como si nada importara y menos que llevara una polera de él o que mi ropa se estuviera secando en el patio trasero.

Llevo la taza a mis labios, dando un pequeño sorbo -me parece perfecto, ya tengo hambre- no escucho respuesta, así que sigo mirando por la ventana, jamás en mi vida había visto un cielo tan hermoso y fuera de lo comúnmente visto por las personas o al menos yo.

El suelo pasaba de tener azul, como un color regente, pasaba a ser como una galaxia estampada en el firmamento.

Después de cenar, lo que al parecer era su especialidad "lasaña", bailamos una canción lenta que soñaba en su radio, y eso fue casi lo más normal hasta el momento, escuchar esa canción tan conocida para mi,  haciendo que todo esto fuera como una cita, de esas que sueñas y que al final quedas con esa pequeña ilusión plasmada en tus pensamientos.

-hay un pequeño problema- su voz me saca de contexto cuando mira la hora -no se como llegaste, así que tampoco se como es que puedas volver- lo miro a los ojos, aún tomando su mano, en medio de la sala -ni yo se como es que llegue aquí, pero dudo que este sea un buen momento para saberlo... necesito, mejor dicho, necesitamos dormir, ya mañana sabre que hacer- él  asiente, pero no puedo negar que muero de miedo al pensar que sería de mi si no puedo volver.

-eso sería otro problema, tengo una sola cama- Nuevamente interrumpe mis divagaciones al hablarme, pero esta vez con la mirada en el suelo, como si fuera lo más interesante para él ahora.

-tranquilo, puedo dormir en el sofá- sería complicado, ya que nunca he podido dormir en un lugar que no sea una cama, pero tampoco sería lo bastante invasiva para reclamar su cama para dormir.

-no, tu eres mi invitada, así que dormirás en mi cama- al fin me mira, su rostro serio sólo me demuestra que no acepta un no como respuesta y sólo pude aceptar con un movimiento de cabeza.

-sólo si duermes también en la cama- quedo algo atónita al escuchar mis propias palabras, nunca había invitado a nadie dormir conmigo y menos a alguien que solo llevo horas conociendo.

-esta bien, solo está vez- suelto el aire que no sabía que había contenido, ¿desde cuando me importaba esto? Ni idea, pero tampoco es como si quisiera pensarlo demasiado tiempo.

Cuando llegamos a su cuarto, me acuesto así, con la ropa que me había prestado luego de que terminara mojada por un acto infantil e impropio de mi, aún así, sentía y siento la necesidad de hacer vista gorda a estos acontecimientos fortuitos e irracionales a mi pensar.

Cuando termino de arroparme, lo siento a mi lado, casi rodando su espalda con la mía y lentamente voy cerrando mis ojos, más cansada de lo que esperaba y finalmente termino en un sueño profundo.

A la mañana siguiente, me giro y me doy cuenta que estoy sola en la cama, cuando me siento lo veo sentado, durmiendo sobre su escritorio. No entendí en ese momento el porque de su actuar, pero sólo me levanté y lo cubrí con el cubrecamas.

Al tenerlo cubierto, había bajado hacer el desayuno como un acto de agradecimiento. Así que comencé hacer lo que mi amiga siempre me hacía para comer cuando terminaban las semanas de exámenes.

Me sobre salto al escuchar un "buenos dias" de su parte mientras terminaba de hacer los hotcake -huele delicioso- su voz sale somnolienta, me giro con dos platos llenos y con miel, veo su rostro cansado -no debiste dormir así, eso no te hizo descansar lo que necesitas- pongo el plato delante de él -lo sé,  gracias por el desayuno- pongo su taza de café sobre la mesa, no quería ni me veía en la necesidad de expresar lo que quería reprocharle al ser tan descuidado consigo mismo, no soy quien para hacer eso, así que simplemente tomé desayuno juntos.

Después del desayuno, que por más decir que no habíamos hablado más, solo unas cuántas palabras de agradecimiento mutuo y que tenía algo que resolver, me había quedado sola en esa casa, así que había hecho algo de aseo mientras tanto, no tenía muchas cosas que hacer tampoco, así que muy a mi pesar, pero también atrevido, es que me pongo a revisar algunas cosas de él,  hasta que llego a una puerta debajo de las escaleras por un costado de este. Con cuidado entró y prendo la luz, solo viendo una caja de metal, con dibujo de carrusel y algunos payasos, un poco más grande que una caja de galletas y que luego son usados para guardar los hilos.

Lo tomo y lo llevo a la mesa, sin saber si era ético, ya lo estaba abriendo y en eso sólo habían fotos de él cuando era más joven, algunos en los que salía con una mujer y supuse que era su madre, pero había una en la que se besaba con una chica, la cual no podía ver su rostro.

Cuando él  llegó yo ya había dejado esa caja en su lugar, pero él  me miró como si supiera cada cosa que había hecho en su ausencia, solo repetía en mi mente "mi paranoia, no tiene como saber que hice aquí", pero a mi favor, solo buscamos como podía salir de aquí, pero paradójica mente a mi pesar, no había como, así que con frustración y nuevamente cansados es que habíamos decidido ir a dormir nuevamente.

Los días pasaban y aún no podíamos encontrar ninguna solución, así que comencé a verlo más, tomar atención a cada uno de sus movimientos y comencé a pensar que era más de lo que se veía, causándome curiosidad por descubrir los secretos que oculta, pero lo más importante, ¿porque estaba solo en una casa tan grande como esta?, ¿quien es la chica que besa?.

Al despertar, lo veo a mi lado, frente a mi, se veía tan calmado, tan vulnerable que me producía ternura en sólo mirarlo. Pero aún me sentía cansada, cierro los ojos y de a poco me voy quedando dormida a su lado, como había pasado ayer, que también habíamos pasado todo el día buscando como podría volver, y sabía que este día sería exactamente igual al anterior.

☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆

Espero que les haya gustado.

Cualquier error ortográfico o crítica, los estaré leyendo en los comentarios.

Sin más que decir...

Como siempre,
                           Pingüi ☆

Corazón de tinta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora