La profesora alzò la voz pidiendo silencio, aunque ironicamente gravò en los oidos de los estudiantes su desesperado grito, Empezò a tomar asistencia, los alumnos respondian con una marca personal en sus voces, cada uno usaba entonaciones diferentes haciendo que una palabra con un solo significado pase a tener 22 diferentes, se podria llamar a este fenomeno individualidad, originalidad, personalidad o de cualquier otra forma que diga "soy distinto" pero para el, ya cansado solo significaba una cosa; exentricidad, la propia escencia del ser humano, egoismo.
— ¡Andres! — llamó la profesora ya histerica despues de haber gritado el mismo nombre cuatro veces
— Andres, te llaman— dijo la compañera que se sentaba a su lado mientras que èl, consternado, sacudia la cabeza y confirmaba su presencia
—Presente— dijo
—Andres, finalmente que se digna a venir a clases despues de dos meses aunque sea haga que su mente tambien este presente
— Disculpe, profesora. Sucede que he perdido la costumbre de estar pendiente a la llamada de mi nombre — dijo sarcasticamente
—De acuerdo, hablaremos mas tarde, tambien tengo que hacerle seguimiento por sus fallas...— Y continuo llamando a lista.Se escuchaban susurros de desconcierto lor parte de sus nuevos compañeros, si bien habia estado con la mayoria desde hace unos años los de nuevo ingreso no tenian ni idea de quien era, les parecia a todos inaudito el hecho de que despues de haber faltado por tanto tiempo se presente repentinamente, y asì paso el dìa, a parte de a la profesora, Andrès no intecambio palabra con nadie màs.
Andrès paso una semana yendo a la escuela, pasado el domingo e iniciando la tediosa rutina Andrès volvio a ausentarse, pero eso a nadie le molestò, nadie se preocupò, ni siquiera nadie lo notò. El miercoles ya, en una calle cualquiera Andrès estaba sentado en una banca, perdiendo el tiempo, perdido en sus pensamientos esperando que algo le pase, maldiciendo a todo aquel que pudo alguna vez hacerle daño, entonces vio a una compañera de clase, no penso si quiera en saludarla pero ella le dirijio la mirada y abrio sus ojos, entonces
— ¡Laura!— llamò alegremente Carlos, otro compañero de piel morena, no mucho, aunque no blanco y de cabello alborotado
— Hola, ¿necesitas algo? — "¿necesitas algo es la forma de iniciar una conversacion de la gente de ahora?" Pensò Andrès mientras simplemente espectaba
— Oh, no en realidad, me preguntaba que ibas a hacer este fin de semana
— Hey, ¿planeas invitarme a algo?
— Si, pense que podriamos ir a ver una peli el sabado
— Claro que podemos, pero que sea el viernes — guiño el ojo ocultando rapidamente su iris verde bajo su parpado mientras señalaba a Carlos con un dedo, pero su torso y la punta de sus pies no apuntabas a el, ella no tenia ningun interes es hablarle "¿sera algun tipo de aprovechada? Bah, da igual"
— De acuerdo, entonces que sea el viernes
— Okay, sin nada mas que decir nos vemos luego en clase, bye bye— le hizo un gesto con la mano, sus ojos y los de Andres se cruzaron y se fue, aunque usualmente una cruzada de ojos es un encuentro romantico o algo por el estilo, en esta ocacion se sentia con odio, o desprecioCarlos no se percato de la existencia de Andrès, de todas maneras a èl no le importaba. La banca en la que estaba sentado no era especial, pero aun asi era su favorita, tenia una buena vista a toda la plaza en la que se encontraba, por ende siempre pasaba algo cerca de allì, cabe aclarar que nuca era algo que se relacionase directamente con èl, Andrès siempre intentaba averiguar las intenciones, la personalidad, el pasado o cualquier maña o ademan de la gente que veia, comprender cuales eran las relaciones que solo veria una vez en su vida pasando por esa plaza y buscar las intenciones ocultas de la gente, encontrar sus mentiras pero no exponerlas y como esta ocacion no era una exepcion analizo la situacion hablando consigo mismo, conversando con la unica persona que lo escuchaba siempre, èl mismo
— Dejando de lado esa manera tan cortante de iniciar una conversacion "¿necesitas algo? ¿Desde cuando esos dos se hablan? En las pocas ocaciones que he ido a la escuela nunca los he visto hablar ni una vez a exepcion de la semana pasada que por cierto, estaban muy melosos, en fin.... A fin de cuentas, simpre "en fin".— Eso pensò, aun asi, impulsado por su desbordante curiosidad y el morbo de saber como todos menos el consiguen sus relaciones interpersonales al dia siguiente, jueves, fue a la escuela
Carlos es aquel idiota que se sienta en frente del puesto de Andrès, al ser un salon pequeño los puestos estan pegados asi que con solo asomar la cabeza levemente Andrès puede ver su escritorio aunque nunca le imtereso particularmente, Laura en cambio se sentaba al otro extremo del salòn ya en clase, Andrès quien nunca se habia percatado de los molestos ademanes de Carlos no podia soportar la ansiedad hasta el punto de mover su pie freneticamente para apaciguarla, sabia que tales niveles de ansiedad por algo tan ridiculo no era normal, igual no le importaba su condicion... Carlos habia estado mandando mensajes desde que empezo el dia, cosa que molestaba aun mas a Andrès. Despues de asomarse un par de veces Andrès losgro confirmar el contenido del chat, alto en emoticones amorosos y apodos cursis era sin duda el interes romantico de Carlos, inmediatamente volteo a confirmar las acciones de Laura, ella recostandose levemente contra el cristal mirando afuera, a la nada seguramente, mostrando su bella cara al retirar su cabello con su mano, como si la introdujera en una cascada de oro liquido, fruncia el ceño periodicamente, apretaba y relajaba el puño, algo le molestaba.
Acabo el jueves y Carlos no hablò nada con Laura, aparte del saludo, el timbre para salir sonò pero Andrès tenia que ir a presentar trabajos en la sala de profesores, algo rutinario cada vez que iba a clases, despues de soportar el sermon de algun profesor aleatorio volveria a casa de inmediato, al salir de la sala se dirijio a su salòn, escucho una dulce voz hablando con Laura que venian de adentro, entrò pero las muchachas ignoraron su precencia, ellas iban de salida, escucho;
— ¿Que lo invite a salir mañana, dices?
— Si, tan solo en modo de comprovacion, debes terminar con el de inmediato — decia la rubia de Laura
— Aun quiero confiar en èl, no me defraudara, lo sè
— Comprueva lo contrario hoy mismo, mañana es viernes, llamalo
— Lo hare de inmediato entonces...Se alejaron y Andrès no pudo escuchar mas, pero en realidad, no era necesario, en ese momento perdio todo interes a causa de sus pensamientos, de lo obvio, desde ese dia volvio a ausentarse a la escuela, como siempre, nadie lo noto, aunque esta vez fue distinta, reconfirmo algo, diciendose a si mismo al salir de la escuela "los humanos... Despues de todo, son escoria".
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Lo Feliz de la soledad
Novela JuvenilEs un relato ficcional inspirado en mi experiencia con la deprecion, no pretendo dar ayuda o consejos, tampoco hacer que comprendan el sentimiento de esta condicion, solo es un compilado de experiencias y anecdotas con un toque ficticio